2020: El gobierno de Pablo Iglesias y Venezuela

Miguel Henrique Otero@miguelhoteroVolvamos brevemente a los hechos ocurridos el pasado 27 de diciembre, en la sede de la Embajada de México en Bolivia. Nueve prófugos, presuntos delincuentes solicitados por las autoridades de Bolivia, se habían "refugiado" en la sede. En tales circunstancias, en extremo delicadas, violando las más elementales precauciones propias del ejercicio diplomático, dos funcionarios de la Embajada de España, la encargada de negocios, Cristina Borreguero, y el cónsul, Álvaro Fernández, decidieron hacer una "visita de cortesía", escoltados por cuatro oficiales de seguridad, llamativamente encapuchados.El despropósito, lo inadecuado de la supuesta "visita" es más que evidente. En el momento en que el nuevo gobierno de Bolivia lucha por estabilizar al país y trabaja con denuedo para organizar un proceso electoral que ofrezca garantías de respeto a la voluntad popular; en el momento en que el Poder Judicial de Bolivia actúa para castigar a los culpables del fraude electoral -documentado con amplitud y rigor en el informe Análisis de Integridad Electoral. Elecciones Generales en el Estado Plurinacional de Bolivia, del 20 de octubre de 2019-; en el momento en que ya eran públicas las tensiones entre México y Bolivia, por la decisión del gobierno de López Obrador de proteger a los nueve exfuncionarios, varios de los cuales han sido acusados de manipular los resultados electorales (lo que les calificaría, de confirmarse los señalamientos, de haber cometido delitos penados por las leyes de Bolivia), en este marco de cosas, se produce la impertinente, extraña, desajustada e impropia visita a la casa donde se encuentran los prófugos en cuestión.Las sospechas de los vecinos, que reaccionaron en contra de los encapuchados y en contra de la presencia de los vehículos, está más que justificada: fueron desatadas por las extrañas conductas de los visitantes. La conclusión de que se aprestaban a rescatar a algunos de los prófugos se fundamenta no solo en la inoportuna visita, sino en los largos vínculos que unen a varios dirigentes del partido Podemos con el delincuente electoral, Evo Morales (aprovecho para recomendar aquí la lectura del informe de la OEA que mencioné en el párrafo anterior: muestra que el fraude electoral en Bolivia fue previamente diseñado, que fue posible por toda una estructura de complicidades, y que fue supervisado directamente por Evo Morales y varios de sus ministros).Este no es un hecho aislado: inaugura la...

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