'El aborto es una consecuencia de la mentalidad anticonceptiva'

Por Jaime MineroEsta experta genetista, discípula de Jérôme Lejeune, el padre de la genética moderna, y miembro de la Academia Pontificia para la Vida en el tiempo de San Juan Pablo II, nos habla sobre su experiencia médica y lo que implica la genética.Vengo de una familia de médicos. Crecí en un ambiente hospitalario y siempre me apasionó la medicina. Sin embargo, no tuve ninguna línea ética durante mis estudios. Recuerdo que estaba en el segundo año de la carrera, cuando a través de la Organización Mundial de la Salud me solicitaron que repartiera anticonceptivos. En ese momento no razoné, pues como médico uno se centra en realizar un censo sanitario y, para el caso, cuántas mujeres fértiles había en el grupo que me asignaron. Allí recibí mi primera clase de ética, de una mujer sencilla, quien perpleja me dice: 'Por qué me va a dar una pastilla,si no estoy enferma", refiriéndose a la cajita de anticonceptivos que le acabade dar. En una segunda entrevista la señora me dice: 'Doctora, no solo no necesito su pastilla, sino que me enferma, me duele la cabeza'. Y al no lograr que acepte los anticonceptivos orales que tiene que tomar a diario, le impongo la inyección anticonceptiva, que hoy es reconocida por las farmacéuticas como causante de osteoporosis.Después de estar de acuerdo con los anticonceptivos y de imponerlos luego de violaciones, estuve de acuerdo con el abortoprovocado. Y a pesar de que nunca realicé uno, porque en esa época el aborto estaba fuertemente penalizado en nuestros países, pensándolo bien, no me hubiera opuesto a hacerlo, porque una vez que uno se engancha en la anticoncepción no se puede parar. El aborto es una consecuencia de la mentalidad anticonceptiva. Y aunque no es el origen, si seguimos luchando solo en contra del aborto, no vamos a terminar con el terror de la mente anticoncepcionista, que no es más que abortar al hijo en la mente.Como estudiante de medicina realicé prácticas en el quinto y sexto año de mi carrera, y tuve la oportunidad de estudiar en París con un gran maestro, el doctor Jérôme Lejeune, quien a sus 33 años hace un gran descubrimiento al aplicar la genética a la medicina, al descubrir la primera anomalía cromosómica en el hombre: la trisomía 21 o Síndrome de Down. Él me decía que el diagnóstico prenatal es para determinar la causa de algo, para poder investigar sobre el tratamiento, pero en la...

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