Adiós

OPINIÓN (Desde allá) Estados UnidosMeridiano 89 oesteCuando era pequeña aprendí a evitar decir adiós y que de alguna manera las despedidas eran menos dolorosas de esa manera. Recuerdo que mi tía vivía en una ciudad unas horas al norte de nosotros. A veces llegaba en moto, otras veces con sus perros y en otras ocasiones, con amigos. Sus visitas siempre estaban llenas de comida y energía alegre y yo la ponía al día con todas las cosas que se había perdido desde la última visita. En algún momento más tarde, simplemente me daba cuenta de que ya no estaba y que se había ido. Mi madre me explicó que a mi tía no le gustaban las despedidas.Desde aquel entonces las despedidas nunca han sido fáciles. Quizás es porque decir adiós se trata de aceptar que los procesos de la vida tienen un principio, un medio y un final. Al mismo tiempo, el adiós significa que hemos aprendido a cerrar ciclos cuando un proceso se ha secado para que no continúe invocando nuestra energía de una manera que ya no nos sirve de la misma forma que antes. Adiós significa que sabemos liberarnos de fases y procesos para estar psíquicamente disponibles para asumir nuevos compromisos.Como seres humanos, tendemos a ceñirnos a lo que sabemos y conocemos. Es un hábito muy fuerte que nos empuja a la inercia total. Consideramos que es más fácil seguir haciendo algo familiar que reflexionar sobre cómo mejor invertir el tiempo y la energía de una manera que valore nuestra autenticidad y el hecho de que el tiempo es finito. Cerrar un ciclo conscientemente significa reflexionar sobre quiénes somos en este momento y reconocer los procesos personales de...

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