Bukele, y la política exterior: un caminoa gritos y tientas

Denni PortilloLa noche del viernes 4 de junio, luego de anunciar que su Gobierno rompía con la Comisión Internacional Contra la Impunidad en El Salvador, auspiciada por la OEA, Bukele ocupó el megáfono para atacar a la comunidad internacional. Arrinconado en el último mes con sonoras condenas internacionales por la destitución de cuatro magistrados de la Sala de lo Constitucional, Bukele aprovechó el espacio para condenar a esa comunidad que le crítica. "Cuando uno llega a esto, piensa que los organismos internacionales son pulcros. Y uno ve a la OEA y a la ONU y uno ve al Secretario General de la OEA (Luis Almagro) en Washington y uno piensa que esta gente es correcta. Claro, cuando uno ya entra en esto y se da cuenta que las cosas no son como las pintan, que la comunidad internacional, en su gran conjunto, es hipócrita y cínica", dijo Bukele.Para él, la comunidad internacional "calla ante grandes abusos a los derechos humanos, (los) verdaderos, donde asesinan gente en la calle (...), pero en El salvador, donde nunca hemos lanzado una lata de gas lacrimógeno, nos han condenado por violar los derechos humanos", finalizó.Este exabrupto fue el último de una serie de reacciones contra los aliados de El Salvador, luego de que a su Gobierno se le exige que respete la separación de poderes y el Estado de derecho ¿Pero realmente Bukele quiere pelearse con la comunidad internacional? ¿O detrás de sus acciones hay una estrategia? ¿O ninguna? A dos años de gestión, tres especialistas en temas de geopolítica y Relaciones Internacionales analizaron cómo el Gobierno Bukele está ejecutando sus relaciones diplomáticas, pero sobre todo aquellas que más atañen a los salvadoreños: la tensión histórica con Estados Unidos y el acercamiento, cada vez más dependiente, de China.Para los especialistas, Bukele no tiene claro el rumbo que seguir con las relaciones internacionales. No tiene hoja de ruta. En El Salvador, mientras maneja a su antojo los discursos, en el panorama internacional sus actuaciones y pronunciamientos le han significado varios problemas. Y de fondo, la incógnita es si sus disrupciones son parte de una agenda o el reflejo inequívoco de una ausencia. Hasta ahora, si comparamos la política exterior del gobierno Bukele con un personaje de película, este tendría que ser el que encarna Sandra Bullock en Birdbox: con una venda y sin ver qué viene por delante.LA PRENSA GRÁFICA habló con Rubén Zamora, exembajador en Washington y con décadas de experiencia diplomática; Napoleón Campos, especialista en temas de Relaciones Internacionales y migración y con Manuel Flores, exdiputado de la comisión de Relaciones Exteriores de la Asamblea y uno de los responsables de la apertura de relaciones diplomáticas con China durante los gobiernos del FMLN."Este gobierno tiene mucha tendencia a reaccionar por el momento y frente al momento", estima Zamora. Esto queda en evidencia, dice, al notar cómo Bukele reacciona sin el acompañamiento adecuado de parte de su canciller ni de su embajadora en Estados Unidos."Me pregunto quién le estará hablando al oído al presidente Bukele para...

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