Devolver la decencia a la política

Rafael CastellanosA las innumerables violaciones a la ley atribuidas a funcionarios de este gobierno, se suman delitos de desacato a la autoridad.Si hay algo que urge al país es devolver la decencia a la política.La nación está vuelta un desastre, la República en peligro de perecer.Cómo detener y revertir una situación tan grave es la pregunta que todos se hacen. Hay elaboradas respuestas técnicas para la economía y las finanzas, para la salud y la gobernanza sana.La respuesta en el criterio de muchos tiene más que ver con el orden moral y ético que con el técnico."Hay que devolver la decencia a la política".Esto se hace con gente decente, con fuerte fibra moral entrando a la política, claro que no es que todos los políticos no sean decentes, pero sí el peso de la actuación actual y pasada, principalmente del gobierno Saca para adelante, de la Corte de Cuentas de toda la vida, de muchas componendas en la Asamblea que nunca ha sido prístina.Vemos con ilusión que hay un grupo prometedor de jóvenes y de otros nuevos en política que irradian decencia y aspirarán para diputados por diferentes partidos, los hay en Nuestro Tiempo, en ARENA, en el PDC, en VAMOS y el PCN.En la elección de febrero, no debemos votar por banderas ni ideologías, sino por decencia, investigar a los candidatos y solo votar por los decentes.El partido oficial muestra lo contrario.Por su naturaleza humana, muchos al tener poder, tienden a ceder a tentaciones de hacer lo que desean, aun si no es ético y va contra la moral, pecadillos si la persona tiene algo de decencia.A medida que disminuye la decencia del funcionario, sus violaciones van más allá, de pecadillos llegan a graves violaciones a la ley (dos presidentes presos y uno en fuga lo muestran claro), a medida hay menos controles o se encuentra la forma de burlarlos se presentan o crean situaciones para violar la ley, ya sea en corrupción, nepotismo, otorgamiento de favores...