'Le dije que no había argumento lógico que la obligara a continuar con su embarazo, si al final la criatura va a morir'

Por Evelyn MachucaEl doctor Guillermo Antonio Ortiz se graduó de medicina en la Universidad El Salvador (UES). Estudió Ginecología y Obstetricia con especialidad en Alto Riesgo Obstétrico en Estados Unidos. Tiene una maestría en Gestión Hospitalaria en la UES y otra maestría en Salud Pública y Gestión Sanitaria en España. También cursó en Estados Unidos estudios de Epidemiología y de Calidad y Seguridad de Pacientes.Ortiz revive en esta entrevista los detalles del caso de Beatriz, la joven de 22 años de la zona rural de Jiquilisco, Usulután, paciente de lupus e insuficiencia renal, a quien la Sala de lo Constitucional le negó, en 2013, la interrupción de su embarazo. Un comité de médicos, en el que estaba Ortiz, ya había advertido que la vida extrauterina del producto en gestación era inviable. Fue Ortiz quien le practicó la cesárea de emergencia y, tal como lo habían advertido sus colegas especialistas, la bebé nació anencefálica (sin cerebro) y murió cinco horas después.Un caso donde yo tajantemente dije: "Si ella continúa su embarazo, puede fallecer". Porque con su embarazo anterior se había casi muerto, porque se le había complicado un lupus severo que ella padecía y hasta estuvo en cuidados intensivos. Y ahora tenía un embarazo de tres meses en el cual su producto de gestación no desarrolló cabeza. Por más ciencia que exista, por más tiempo que ella se hubiera esperado a dar a luz, ese producto, ese feto, moriría a los tres meses, cinco meses, nueve meses. No tenía ninguna posibilidad de vivir, porque no tenía cerebro. Cuando le explico la situación, me dice ella muy razonablemente: "Mire, doctor, pero si no va a sobrevivir, mejor sáquemelo ya, porque la vez pasada casi me muero cuando llegué a los siete meses y yo no quiero pasar otra vez por eso. Me arriesgaría si hubiese alguna oportunidad de vida para mi hijo, pero no la hay". Su decisión fue muy cuestionada incluso por el gremio médico, que dijo que ella no tenía capacidad de raciocinio como para pensar eso, que era algo que yo le había sugerido. Yo les dije: "Yo no tengo necesidad de decirle nada, si esto es algo que ella ya vivió".Cuando ella tomó esa decisión, le expliqué que era ilegal, que eso no se podía hacer en el país, porque es contra la ley. Sin embargo, le dije: "Déjeme ver qué puedo hacer para conseguir un permiso para poder practicarle un aborto y que sea legal, porque yo creo que en estas circunstancias nadie va a decir que no, porque es tan obvio que el producto no...

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