El dolor de un padre por la captura de su hijo panadero

Miguel MarroquínSosteniendo con ambas manos un cartel con tres fotos de su hijo, don Erick Henríquez no puede dejar de llorar mientras su voz se quiebra al relatar la manera en cómo un grupo de soldados y policías capturaron a Carlos Alexander, de 21 años, la primera semana de abril, pocos días después de ser implementado el régimen de excepción.Erick manifestó que desde hace varios años se ha convertido en padre y madre para sus cinco hijos, cuatro niños y una joven, luego que su esposa emigrara del país, y manifiesta que siempre les ha enseñado el temor a Dios y las leyes, por lo que la captura de Carlos Alexander por agrupaciones ilícitas, delito que le atribuyó la PNC, le parece inverosímil.Dice que desde hace cinco años emprendió el negocio de la panadería en Santa Ana y que Carlos Alexander era uno de los que le ayudaba con la fabricación de este producto. Erick admite que este oficio muchas veces es mal visto, porque es considerado como uno más de las pandillas, pero que en su caso no es así y prueba de ello es que Carlos Alexander nunca ha estado detenido y la ficha de antecedentes penales está impecable, asegura.Explicó que el día de la detención, Carlos había viajado hasta Texistepeque para brindarle una ayuda económica a su abuela. Al salir de la casa, un grupo de soldados y policías le ordenaron que se hincara en el piso y pusiera las manos en el cuello. Luego de un registro le dijeron que se lo iban a llevar detenido, lo cual no fue avalado por uno de los militares."La policía andaba buscando a unos hombres en la...

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