Domingo: El día del Señor, 'el señor de los días'

P. Fernando Gioia, EPHeraldos del EvangelioNuestro Señor Jesucristo escogió precisamente el día domingo para aparecer Resucitado por primera vez a los Apóstoles y nuevamente, 8 días después, para presentarse ante ellos, por segunda vez en el Cenáculo. Domingo, viene de "Dominus", es decir, Señor. Un autor del siglo IV, el Pseudo Eusebio de Alejandría, afirmaba que "el día del Señor" es: "el señor de los días".A lo largo de la historia de la Cristiandad, no han faltado épocas -y situaciones dentro de ellas- en que, por un lado, disminuyó la fidelidad al cumplimiento de este deber de todo cristiano al precepto dominical. Hubo también situaciones de peligro por la prohibición de la libertad religiosa, especialmente en los primeros siglos de la Iglesia. Tiempos como durante la persecución del emperador Diocleciano (304) en que, con gran valentía, los cristianos desafiaron el edicto imperial, aceptando hasta la muerte con tal de no faltar a las misas dominicales.San Juan Pablo II hacía memoria de los heroicos testigos de la fe del siglo XX, mártires, con frecuencia desconocidos, de la gran causa de Dios. "Muchos -afirmaba en la homilía de Conmemoración de los Testigos de la Fe (7-5-2000)- rechazaron someterse al culto de los ídolos del siglo XX, y fueron sacrificados por el comunismo, el nazismo, la idolatría del Estado o de la raza". Y ocurren, en nuestros días, en países de África y otros continentes.Estas fueron, y son, persecuciones violentas y descaradas, pero hay otra que es una "persecución solapada", un ambiente no declaradamente hostil que los persigue: la indiferencia, la tentación de opciones cómodas que van robando el espacio de este día santo a todo y cualquier cristiano. Ha penetrado ampliamente la mentalidad del "fin de semana", o sea, tiempo de reposo, de paseos, actividades culturales, políticas o deportivas, transformando el Domingo, el Día del Señor, en mero descanso o diversión.Muchos son los problemas que oscurecen el horizonte. Nuevas circunstancias han modificado la "fisonomía del domingo", como decía Juan Pablo II, que, en el documento "Dies Domine" (6), consideraba necesario, más que nunca, recuperar las motivaciones y bases del precepto eclesial, para que "los fieles vean muy claro el valor irrenunciable del domingo en la vida cristiana", pues "es un día que constituye el centro mismo de la vida cristiana", por lo que: "¡es un día irrenunciable!"Paso a paso iba mostrando las diversas dimensiones del domingo para los...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR