FOPROLYD se niega a desaparecer

Por Lissette MondragónSon las seis de la mañana del 4 de enero de 2023 y ya hay empleados llegando a las oficinas del Fondo de Protección a Lisiados y Discapacitados a Consecuencia del Conflicto Armado (FOPROLYD).Varios de ellos se sorprenden al ver letreros que afirman que las oficinas permanecerán cerradas hasta el 15 de enero de este año.Los empleados dicen que no fueron informados, mucho menos los beneficiarios, quienes comienzan a llegar a la cuarta avenida norte de San Salvador.A las 7:30 de la mañana los empleados deciden que, a pesar de no tener una oficina en condiciones, ellos brindarán el servicio justo ahí, en la calle, sobre la acera que está frente al edificio donde están las oficinas del Fondo.Marcia Henríquez, psicóloga y empleada de FOPROLYD, comenta que a pesar de que el 9 de diciembre del año pasado se les entregó una carta de continuidad laboral a más de 200 empleados, el 22 de diciembre esta fue retractada debido a la reforma implementada a la ley de veteranos que dejaba sin efecto al FOPROLYD.El artículo 28 de la reforma a la Ley especial para regular los beneficios y prestaciones sociales de los veteranos militares de la Fuerza Armada y excombatientes del FMLN que participaron en el conflicto armado interno de El Salvador del 1 de enero de 1980 al 16 de enero de 1992 dice que "el INABVE no tendrá obligación de dar continuidad a los contratos de trabajo derivados de las relaciones laborales entre el Fondo y el personal que actualmente presta sus servicios en dicha institución, así como cualquier otro compromiso de carácter colectivo en esa materia".Por eso mismo, en diciembre pasado, Marcia afirmó que "quedar sin una relación laboral es quedar sin empleo porque no sabemos qué va a suceder el 3 de enero que es cuando tendríamos que presentarnos a laborar".Así como lo predijo, el 3 de enero las oficinas amanecieron cerradas, y los empleados no han tenido ni siquiera el derecho de sacar sus artículos personales que se encuentran dentro de las oficinas ubicadas entre la 4.ª Avenida Norte y la Alameda Juan Pablo II, en San Salvador.Don Juan (nombre ficticio) comentó que el día martes que se presentó a trabajar, el Fondo amaneció completamente cerrado, incluidas las oficinas regionales de San Miguel y Santa Ana, así como el parqueo anexo del edificio.Mientras atiende a algunos beneficiarios que llegan a solicitar apoyo, don Juan comenta cómo él, siendo lisiado del conflicto armado, comprende a los beneficiarios que se...