Frenemos a Orwell

Carlos Alfaro Rivascalinalfaro@gmail.comEn estos tiempos de híper conectividad, "después del trabajo" ya no existe. Las llamadas laborales continúan post puesta de sol; los chats de la madrugada ya no te dejan dormir, y los del fin de semana ya no te dejan relajarte. ¿En qué se parecen el chat y el tequila de las 3:00 am? En que nadie los necesita, no debían existir.Estamos, tal cual nos visualizó Orwell en su obra 1984: puros robots híper vigilados, e híper estresados, culpa de estar híper conectados.Cada vez que vibra el teléfono, sobre todo, "después del trabajo", nuestro pulso se acelera. No importa que estemos en reunión, empiyamados, manejando o en el trono, tenemos que ver quién es. El emisor espera una respuesta inmediata; el receptor más le vale que pause lo que está haciendo, y dé señal de vida, o pierde puntos.El problema es lo seguido que se nos va la vara. Demasiados Orwellianos desenfocados en Facebook; admirando cuerpos perfectos en el Insta, y perdidos en las puteadas (o puteando) en Twitter."Uiii Uiiii Uiiiiiii", tal ambulancia, la lorita Pepita para que despertemos, pues este desorden nos está afectando nuestras relaciones y nuestra salud.No soy el doctor Fortín, pero sumo al diccionario de enfermedades psiquiátricas, el "stress anticipatorio", un constante estado de ansiedad provocado por ese maldito aparato en nuestros pantalones, carteras y mesas de noche.Urge frenar la rutina Orwelliana: despertar, arriar bichos, darles de hartar, trabazones infernales, trabajar, volver a arriar y alimentar, limpiar, ver tele y nunca soltar el celular, ni siquiera al roncar.El otro día entré a las oficinas del MITUR y retrocedí a los tiempos de mi abuelo en Distribuidora Henríquez: sendos escritoriones, torres de archivos, sillas chillonas, muebles oscuros, cuadros desteñidos y pandos... el tiempo se congeló en los setenta.Menos mal, muchas empresas están adoptando ambientes laborales más agradables, mejor iluminados. QEPDescanses cubículo; bienvenidos "espacios colaborativos". Felicidades por finalmente incorporar el aire libre en sus diseños; tienen que también hacerlo en...

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