Nuestro futuro puede ser mejor, estamos a tiempo

José A. Retanaerretana@live.comRecién finalizamos el primer año de gobierno y lo que vemos hasta ahora es una agresiva campaña política basada en ataques contra la Asamblea Legislativa, Corte Suprema de Justicia, partidos políticos, gremiales, empresarios, etcétera, todos con un claro y repetitivo mensaje polarizante, encauzando al ciudadano común a cuestionar la estructura republicana, y consentir que la presidencia cuente con facultades extraordinarias para decidir unilateralmente.Este primer año de gobierno hemos tenido que valernos con puros anuncios, sin que suceda nada más, que acostumbrarnos a sus antojadizos ataques y atropellos, simbolizados por la aberración del 9F y una cuarentena sin criterio, improvisada y desordenada...Las nuevas ideas surgidas bajo la infantil gorra de nuestro encendido mandatario han sido las de sacar beneficios políticos de las emergencias; la explotación de estas circunstanciales situaciones -tormentas incluidas- han sido oportunidades de oro para impulsar su deseo de gobernar solo.Enfrentamos una fantasía de valentía, heroísmo y victimización, que peligrosamente desvanece en un sector de la población, la necesidad de reclamar al presidente honestidad, cordura y dimensionar los alcances presidenciales adecuadamente.Su estructura de gobierno unipersonal, inspirado en lejanas culturas, inició conformando un gabinete de actualizados y costosos sirvientes, accionados vía tuits, programados a la sumisión y férrea defensa de sus deseos -reflejo inequívoco de su obsesión consigo mismo.Durante su primer año, ha querido alinear criterios legislativos y judiciales a su autoridad; asaltó el palacio legislativo, se burla del poder judicial, de la Fiscalía, de los derechos humanos, de la Corte de Cuentas, gremiales, gobiernos amigos, etcétera. Su gestiónclleva un rumbo maníaco conflictivo, rechaza la integración de fuerzas -evidenciado en el manejo agresivo y descontrolado de las emergencias.Sabemos los riesgos y...