Los jóvenes necesitan y demandan que se les abran nuevas perspectivas tanto en el vivir seguro como en la autorrealización personal
David Escobar GalindoColumnista de LA PRENSA GRÁFICACrecer y prosperar tienen, especialmente para los jóvenes de hoy, significados muy propios de la época actual, que en tantos sentidos es tan distinta a todas las que vienen sucediéndose en el tiempo. Para empezar, hoy tenemos al mundo a nuestro alcance, lo cual, sobre todo en lo que corresponde a sociedades y países como el nuestro, es una novedad inimaginable hasta hace muy poco. Pero además, factores como la seguridad elemental en el plano de la convivencia han tomado una relevancia inimaginada, porque venimos de épocas en las que la inseguridad social parecía bajo control sin necesidad de mayores atenciones. Hoy, asomarse a una esquina ya es un riesgo de muy alto relieve, y las formas de la violencia se multiplican sin cesar en todas partes, como vemos en las balaceras que ciegan vidas en Estados Unidos, que se suponía una comunidad nacional civilizada desde sus más profundas raíces.No es de extrañar, entonces, que con factores adversos como los mencionados, a los cuales se pueden ir sumando otros que complejizan cada vez más la situación, los crecientes sentimientos de incertidumbre estén a orden del día para todos, con variantes pero sin faltar. Dicha incertidumbre golpea aún más a los jóvenes, que están en las primeras etapas de su desarrollo y por consiguiente se hallan más a merced de las amenazas que los rodean. Esta, sin duda, es una de las causas mayores del ansia de ir a buscar en otras partes la estabilidad en perspectiva que aquí no encuentran. Puntos críticos como el impulso incontenible de migrar a como dé lugar se explican, pues, en buena medida, por la inestabilidad básica que aquí se vive y se padece. Trabajar en serio y a fondo en toda esta temática es de la máxima urgencia en nuestro país.En este ámbito, como lo hemos señalado tantas veces para que no se nos quede al margen como una referencia más, el tema de la formación de niños y jóvenes resulta vital para ir despejando la ruta, que está sobrepoblada de obstáculos de la más diversa naturaleza. La ventaja mayor para nosotros en estos días resulta de eso en lo que hemos insistido sin cansarnos de hacerlo: nuestro país ha alcanzado una visibilidad global sin precedentes, y esa es una experiencia que tenemos que aprovechar al máximo. Y la mejor forma de hacerlo es sumándonos a la dinámica del progreso actualizado, en el que los jóvenes y los más jóvenes tienen una presencia creadora sin precedentes. Esa es una de las...
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