Julio Riaño, el embajador colombiano amigo de El Salvador

Alberto Arene

arenealberto@yahoo.es

Lo conocí recién llegado hace 5 años cuando yo era funcionario público. Llamó mi atención su amabilidad, sus buenos modales, su impecable forma de vestir y su conservadora apariencia. Una tan sola vez, en la casa de playa de amigos comunes, lo vi sin saco y corbata. Al principio creí que se trataba de un aburrido conservador diplomático de carrera, ignorando entonces su prolongada y sustantiva trayectoria diplomática, su "savoir faire", su refinado sentido de humor, su contagiosa jovialidad y su férreo compromiso con la democracia y la institucionalidad.

Después de representar tan ejemplarmente por 5 años a su país en el nuestro, su presidente le pidió hacerlo en el Vaticano, con Washington, de las posiciones más importantes de la diplomacia colombiana. Por la próxima visita del presidente Santos al papa para agradecerle su apoyo a la paz, y la importancia de su continuo apoyo, y por la probabilidad que el candidato de la oposición gane las próximas elecciones, se necesitaba un embajador que entusiasta y rápidamente fuera aceptado por el Vaticano, y que además lo fuera por el -probable- próximo presidente de Colombia. Pocos podían reunir semejantes requisitos. Experimentado embajador de carrera de cuatro décadas, con excelentes relaciones en la Iglesia católica y en el Vaticano, amigo de Santos pero también del Senador y expresidente Uribe y del senador y candidato presidencial Iván Duque del Centro Democrático, nadie mejor que Julio Riaño para esa importante representación en la Santa Sede.

El embajador Riaño contribuyó al fortalecimiento de la Cámara de Comercio Colombo-Salvadoreña creciendo considerablemente en este período las inversiones colombianas en nuestro país y las salvadoreñas en Colombia, y el comercio entre ambas naciones.

Y Riaño fue uno de los embajadores que en los últimos 5 años, tanto privada como públicamente, más apoyó la institucionalidad democrática del país, particularmente a la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia en sus más difíciles momentos en que parecía que -literalmente- sería asaltada por poderes adversos.

Cuando el Consejo Permanente de la Organización de Estados...

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