Larga vida al periodismo satírico

Ernesto Mejíaermejia@eleconomista.netEn noviembre de 1939, mientras Europa entera se precipitaba hacia la guerra, el escritor francés, Albert Camus, escribió un editorial en el periódico argelino que por entonces codirigía, Le Soir Républicain, donde invitaba a los periodistas a mantener su libertad. Una oferta arriesgada, toda vez que buena parte del continente había caído ya bajo la esfera del autoritarismo.En su artículo, que paradójicamente fue prohibido y no vio la luz sino hasta 2012, cuando fue descubierto en los Archivos Nacionales de Ultramar, en Aix-en-Provence, Camus criticaba la censura y la desinformación que ya corroía a Francia y planteaba un inteligente análisis del periodismo en tiempos de guerra.Para el escritor, el punto crucial consistía en cómo un periodista podía continuar siendo libre, aún en un entorno marcado por el creciente deterioro de la libertad de prensa. Frente a eso definía cuatro medios: la lucidez, el rechazo (de la mentira y la desinformación), la ironía y la obstinación.Deseo detenerme en el tercero de esos puntos ya que en nuestro país, salvo los conocidos espacios de caricaturas y algunos esfuerzos aislados, ese tipo de periodismo humorístico o satírico ha sido poco cultivado.Y sin embargo, en su editorial, Camus no dudaba en resaltar las virtudes del recurso: "(La ironía) contempla el rechazo (de la mentira) en el sentido que permite no rehusar lo que es falso sino, muchas veces, decir lo que es verdadero (...) Una verdad enunciada con un tono dogmático es censurada nueve de cada diez veces. La misma verdad dicha con agrado solo lo es cinco de cada diez. Esta situación explica con bastante precisión las posibilidades de la inteligencia humana. También explica que periódicos franceses como Le Merle o Le Canard Enchaîné puedan publicar con regularidad los valientes artículos que conocemos".La ironía y la sátira, como efectivas armas políticas contra los poderosos, eran ya empleadas en la Antigüedad Clásica. Aristófanes, por ejemplo, las utilizó en comedias como Los caballeros (424 a.C), donde atacaba la...

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