Se mantiene la apuesta por la electromovilidad en El Salvador

Por/ Javier OrellanaLa electromovilidad ha tomado impulso en El Salvador desde que un puñado de instituciones comenzaron a empujar el tema. El Gobierno y la Asamblea discuten una ley para promover la importación de vehículos eléctricos. Algunas empresas ya han comprado algunos modelos.La empresa de distribución de energía DELSUR fue una de las primeras instituciones que comenzó a impulsar la electromovilidad con la importación de un vehículo eléctrico marca Nissan en 2018. Esto implicó, en aquel momento, una inversión de alrededor de $50,000, en parte por los impuestos.Poco a poco el tema fue cobrando fuerza. Hace un año el Consejo de Ministros de la Integración Económica (COMIECO), reunido en San Salvador, aprobó una reducción del arancel para estos vehículos del 30 % a 0 %. Este acuerdo entró en vigor en enero pasado y aplicó para El Salvador y Honduras.Después Grupo Q inició la comercialización del primer carro eléctrico en el país y en agosto de 2019 abrió la primera electrolinera o estación de carga para uso masivo, que está en Plaza Malta, Santa Elena.El Grupo AES ha comprado siete vehículos eléctricos que incorporará a su flota de trabajo, seis furgonetas y un tipo sedán Hyundai Ioniq. Además, traerán al país 11 cargadores eléctricos, de los cuales cinco estarán en oficinas de diferentes partes del país y el resto en instalaciones de socios estratégicos, todos estarán disponibles para usuarios particulares.Roberto Sandoval, director de AES Soluciones, explicó que aunque prevén que en la zona central del país pueda haber un crecimiento más de demanda de estaciones de carga, "hoy por hoy no va a ser negocio". Más bien fomentar la tecnología en país.A nivel corporativo, afirmó que la apuesta es renovar toda la flota liviana urbana: "Esta inversión se puede recuperar casi en el mismo año, el mantenimiento de los vehículos eléctricos tiende a cero".La compra de los vehículos incluyó un proceso de formación para el mantenimiento; sin embargo, Sandoval aclaró que este es mucho más simple que el de los vehículos de combustión. Además, tienen un período de vida más largo, pues la batería duraría unos siete años. Esta, después, puede cambiarse y el carro tiene otros siete años por delante.Empero, Sandoval reconoce que el costo sigue siendo alto para los usuarios particulares. El vehículo tipo sedán que compraron, por ejemplo, costaría alredor de $11,000 menos en Costa Rica."La tecnología puede tener el mismo costo por ser el mismo fabricante...

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