Modelo chatarra

Rafael Ernesto Góchezregochez@hotmail.comAquí se define "modelo de desarrollo" como el conjunto de políticas, leyes e instituciones públicas que se articulan y asignan recursos para lograr el bien común de las presentes y futuras generaciones. El modelo economicista-centralista funciona en El Salvador desde el siglo XX y su fracaso se expresa en los siguientes cinco hechos: (1) deterioro de las unidades básicas de la sociedad (familia, escuela y comunidad), (2) corrupción y pérdida del control territorial ante bandas delincuenciales, (3) falta de oportunidades fuera del AMSS, (4) éxodo a EUA, y (5) elevada contaminación de mantos acuíferos.Minimizar la inseguridad ciudadana y maximizar la generación de empleo a nivel local son la clave para mejorar la calidad de vida de la población en su lugar de origen. Desde esta perspectiva, el modelo economicista-centralista no da más; está agotado, es una chatarra. Este modelo se mantiene a flote gracias a las remesas provenientes de la masiva emigración, pero tiene un alto costo social (desintegración familiar y pérdida del sentido de pertenencia). En tal sentido, se presentan cuatro factores que enfatizan lo difícil que es construir un modelo alternativo.Factor 1. Los dirigentes partidarios y empresariales tradicionales perdieron el mapa y la brújula. Esto sugiere que las fuerzas convencionales siguieron practicando conductas y estratagemas del siglo XX, lo cual ayuda a explicar los resultados de las elecciones de 2019. Este comportamiento propició que el hartazgo ciudadano se canalizara en las comunicaciones y redes sociales, y luego en las urnas.Factor 2. La concentración del poder público en pocas manos obstaculiza el desarrollo local. Uno de los alegatos en contra de la descentralización económica e institucional es la limitada capacidad de los niveles...

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