'El oficialismo ha utilizado la crisis de seguridad como programa de campaña para afianzarse en el poder'

Ricardo FloresTamara Taraciuk ha sido una de las figuras internacionales, al frente de Human Rights Watch (HWR), que más ha vigilado la instauración del régimen de excepción en El Salvador desde hace un año.En esta charla con LA PRENSA GRÁFICA, la directora para las Américas, reitera las críticas a una medida que considera como un altísimo costo para la democracia salvadoreña. Describe, además, lo que llama "violaciones generalizadas de derechos humanos". Y aunque reconoce que el régimen ha reducido los homicidios, tiene serias dudas de si será sostenible en el tiempo.Taraciuk, además, pide una presión multilateral para que la administración de Bukele respete los derechos humanos en El Salvador, pues cataloga que la comunidad internacional ha tenido una respuesta "tibia".Ella insiste en pedir un diálogo con el gobierno y hace, además, énfasis en que han solicitado a las autoridades del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) suspender los préstamos a instituciones salvadoreñas y establecer antes condiciones concretas de derechos humanos.El régimen de excepción ha sido una respuesta extremadamente punitiva a un problema crónico, muy grave, como lo es la violencia de las pandillas, con un altísimo costo para la democracia salvadoreña. La medida, inicialmente adoptada por 30 días, ha resultado en más de 65,000 detenciones, incluyendo cientos de niños y niñas, principalmente de comunidades de bajos ingresos.Hemos documentado que las fuerzas de seguridad han cometido violaciones generalizadas de derechos humanos, incluyendo detenciones arbitrarias masivas, desaparición forzada, torturas y otros malos tratos en prisión y graves violaciones del debido proceso. Miles de salvadoreños sin conexiones con las pandillas han sido detenidos en operativos de las fuerzas de seguridad. Más de 120 personas han muerto bajo custodia policial, en circunstancias que no se han investigado adecuadamente. Asimismo, se han agravado las condiciones de detención como la sobrepoblación carcelaria y la falta de atención médica adecuada.El régimen de excepción parece haber reducido significativamente el control territorial de las pandillas, así como el número de homicidios y de extorsiones, una violencia que afectó la vida de los salvadoreños durante décadas. Pero existen serias dudas de qué tan sostenible será esta reducción y cuál es el costo de estas políticas. En el pasado, medidas de mano dura han permitido que las cárceles se conviertan en centros de...

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