Un plato modesto

Lissette MondragónAgarrar una bola de masa bien aplastada, abrir un hueco y colocar un poco de frijol, queso y chicharrón, cerrar nuevamente la bola, palmear hasta tener una forma circular y tirar a la plancha, volteando una sola vez cada lado; dos minutos después ya puede degustar una riquísima pupusa revuelta.Esta es una de las recetas para la creación de ese platillo típico salvadoreño, pero, ¿cuál es su origen?El historiador Alfredo Ramírez, comenta que la pupusa "como comida prehispánica no era más que una tortilla con frijoles, y no puede ser más que eso, porque las reses y el cerdo van a llegar con los españoles, este tipo de ingredientes como el queso y el cerdo tienen que ser durante la Colonia".Aunque los expertos aseguran que es posible que en sus inicios el platillo fuera común a la Mesoamérica prehispánica, fue en el territorio salvadoreño donde terminó echando raíces.De hecho, el registro histórico más antiguo sobre la marca de origen salvadoreña del plato -según un reportaje de La Prensa Gráfica- se remonta a 1837, cuando el poeta guatemalteco José Batres Montúfar paseando por Granada, Nicaragua, encontró una venta de tortillas que llamaban "rellenas". Al literato, aquellos bocadillos le recordaron unas pupusas que había comido tiempo atrás en San Salvador, y así lo dejó consignado en una carta que escribió a su familia."Las tortillas valen a 8 por medio real, pero son enormes, de un pie de diámetro y verdaderos pistones de jornalero: casi nunca les llaman tortillas, sino por sus accidentes: una rellena, es decir, pupusa de San Salvador; una revuelta, molida la masa junto con el queso; una vacía, que son las que prefiero, es la que no tiene nada de añadidura".Pero si las pupusas ya eran mencionadas para 1837, ¿por qué su enorme popularidad no es sino un fenómeno que parece más bien reciente? Según el historiador Carlos Cañas Dinarte, esto se debe principalmente a un proceso de internacionalización de las mismas, que sin intención impulsaron los migrantes salvadoreños que, durante los 80, huían de la guerra civil, y que comenzaron a prepararlas allá donde se radicaban."Las pupusas eran productos no comerciales. Eran objetos culturales, no utilizados más que en estratos bajos. El carácter de "fast food" lo adquirieron hace unos 40 años atrás, con su internacionalización por la guerra. La misma guerra que expandió el uso alternativo del arroz", sentencia.El antropólogo cultural, Jorge Ávalos, coincide con Dinarte en afirmar que...

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