Políticamente hablando, ya no hay posibilidades de desentenderse del fenómeno real, y eso todos debemos aceptarlo

David Escobar GalindoYa no puede haber duda razonable sobre la necesidad de dejar de lado, de una vez por todas, cualquier superficialidad perceptiva, para entrar en fase de responsabilidad que lo abarque todo.La convivencia de posguerra nos ha hecho ir entendiendo a los salvadoreños que la única vía para pasar a un estado de interacción real de todas las fuerzas y actores nacionales consiste en ir activando progresivamente los mecanismos de un sano ejercicio de realidades. Esto, por supuesto, como ya ha quedado demostrado en los hechos, no se puede lograr ni en corto tiempo ni en forma mecánica, sino que hay que poner en acción mecanismos renovadores en cuya base esté un factor insoslayable: el reconocimiento de que el país no es una suma de componentes desconectados entre sí, sino una suma de elementos interactuantes, que se determinan uno a otros, por diferentes que parezcan desde fuera.En tal sentido, lo primero que hay que reconocer como elemento determinante es el imperativo de concebir y percibir el país como un todo, que si bien despliega en el tiempo dinámicas que pueden parecer independientes entre sí se hallan íntimamente vinculadas y enlazadas en sus componentes y en sus criterios esenciales. Esto, en verdad, hay que enfocarlo en todos sus componentes integradores, de tal manera que no quede ningún cabo suelto y se puedan ir articulando tanto los enfoques como los tratamientos que la realidad demande sin alternativas. A estas alturas del fenómeno nacional, ya no puede haber duda razonable sobre la necesidad de dejar de lado, de una vez por todas, cualquier superficialidad perceptiva, para entrar en fase de responsabilidad que lo abarque todo.Si algo se ha venido haciendo insoslayable en el curso del tiempo es el imperativo de que todos los componentes nacionales, sean personales, sociales o institucionales, nos vayamos uniendo como lo que somos: una sola fuerza con destino común insoslayable. Esto parecía...

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