Procosta, protectores de la tortuga carey en El Salvador
Blanca ArchilaSiete son las especies de tortugas marinas en todo el mundo. De éstas, cuatro anidan en El Salvador, es decir, que la hembra sale del agua y elige un lugar para poner sus huevos. Por ello, ProCosta trabaja por la conservación de la tortuga carey, especie que se creía extinta años atrás."Antes se creía que la carey estaba extinta en todo el Océano Pacífico, pero cuando se hicieron investigaciones y se comenzó a indagar con las comunidades pesqueras, se descubrió que uno de los sitios importantes de anidación y también para todo el ciclo de vida de la carey es aquí en Bahía de Jiquilisco", explica Melissa Valle, veterinaria y coordinadora de programa de turismo de conservación en ProCosta.Esta asociación sin fines de lucro se dedica a la conservación de la tortuga desde 2008, y protege la zona de La Bahía, donde sus acciones han sido fundamentales para la preservación de las especies, ya que la carey ha incrementado su número y han rescatado varias especies. Según Neftalí Sánchez, coordinador local del proyecto, pasaron de encontrar 35 nidos en la temporada de anidación a superar los 300.ProCosta cuenta con tres programas diferentes, pesquería, monitoreo acuático y turismo, cada uno enfocado en la conservación de la tortuga carey, una labor que pueden cumplir junto a las comunidades, según explicó Valle. Desde su establecimiento, uno de los esfuerzos más grandes ha sido la educación y concientización de la población costera.Gracias al trabajo y la iniciativa de ProCosta, en la zona se benefician siete comunidades: Punta de San Juan, El Tular, Icaco, Madresal, Rancho Viejo, La Pirraya y El Cogoyón; en las que habitan aproximadamente 130 familias, contabiliza Sánchez.La conservación de la tortuga carey también se convirtió en una oportunidad de empleo, desde los recolectores de huevos, o careyistas como son reconocidos, hasta los encargados de los viveros, y coordinadores del proyecto.Andrés de Jesús Contreras tiene 36 años y vive en la comunidad El Tular, es careyista desde hace 25 años, y es uno de los beneficiados de la época de anidación. Entre abril y octubre sale a caminar a la Bahía en busca de los nidos de tortugas, cuando los encuentran, se comunica con los viveristas, quienes llegan para recogerlos.Los nidos son trasladados a los viveros de ProCosta, donde son resguardados en corrales de incubación para que pueda darse este proceso, que tarda entre 55 a 60 días. El vivero es una estructura cercada con maya, donde se...
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