Rosalío Tóchez no acepta anomalías en su gestión en CCR

Beatriz Benítez

Rosalío Tóchez Zavaleta es uno de los 25 candidatos que compiten para concluir el período en la presidencia de la Corte de la Corte de Cuentas de la República (CCR) que vence el 30 de julio de 2017, luego de que la Sala de lo Constitucional de la Corte de Suprema de Justicia (CSJ) declaró ilegales al presidente y dos magistrados de esa institución.

Tóchez Zavaleta asegura que con él habría una institución contralora de las finanzas públicas "diferente", aunque ya fue segundo magistrado de 1990 a 1993 y presidente entre julio de 2013 y julio de 2014. Él justifica que su gestión duró menos de un año y se le "achaca" el trabajo de sus antecesores.

En una entrevista con este periódico no aceptó responsabilidad en el proceso que se lleva sobre la construcción de la represa El Chaparral, que está en su etapa final en la Cámara Primera de Primera Instancia de la CCR, y sobre el cual versan una serie de irregularidades. Sostiene que cuando llegó, dio la orden de seguir con las auditorías, pero ya no vio el resultado. "El que firmó el documento ha sido en la época del licenciado Johel Valiente (expresidente)", mantuvo.

Además, no se responsabiliza de entregar un finiquito "exprés" al expresidente de la República Mauricio Funes. Dice que Funes estaba solvente.

Tampoco asume gastos excesivos en la institución, como el pago de trajes de mariachis.

-¿Por qué no reguló esos gastos?

-Toda la vida ha habido mariachis, viene de años. Yo no puedo decir: 'Mire voy a abolir al mariachi'. Es como que le quiten el santo a la iglesia, si ahí han estado orando todo este tiempo.

Acepta que en la CCR existe una serie de abusos, como el caso de un auditor a quien dice le pidió la renuncia porque lo sorprendió utilizando el vehículo para actividades electorales, y cerró una puerta...