Un último adiós desde la distancia

Maynor LovoFamiliares y amigos, se dieron cita ayer al cementerio municipal sur de la ciudad de Usulután, a presenciar el traslado del féretro de un ser querido que falleció el pasado viernes en el Hospital de San Miguel y que fue transportado a dicho camposanto para sepultarlo con protocolo de covid-19, situación que obligó a los dolientes, a evitar acompañar al fallecido hasta su último destino.Los siete asistentes entre familiares y amigos, se mantuvieron expectantes durante el funeral que tuvo una duración aproximada de 45 minutos. Los dolientes se dieron cita desde temprano para presenciar el traslado de su ser querido hasta su última morada. El protocolo móvil, comandado por una patrulla policial con sirena abierta, arribó al cementerio aproximadamente a las 11 de la mañana. Los asistentes se acercaron rápidamente a la entrada principal del establecimiento, para derramar lágrimas, mientras un carro del Ministerio de Salud bloqueaba el ingreso junto a elementos policiales.Tal como se han desarrollado la mayoría de los funerales desde el inicio de la pandemia de covid-19 en el país, en ésta ocasión, no hubo acompañantes que ingresaran sosteniendo al ataúd, ni familiares que caminaran a la par del fallecido. Solamente una comitiva conformada por agentes policiales, miembros del Ministerio de Salud y personal de la funeraria que se encargaron del sepelio. Sólo la autorización de ingreso a una persona, encomendada para labores de ubicación de la tumba de su ser querido para futuras visitas con arreglos florales.Los demás se quedaron desde afuera, sufriendo no poder...

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