Las víctimas invisibles de la desaparición

Laura JordánAquel mediodía del 12 de noviembre de 2018, Bryan, de 16 años, no regresó más a casa. Debía reunirse con su hermana y luego con su mamá, tras salir del Centro Escolar República de Brasil, ubicado en San Salvador, pero eso no ocurrió."Me fui para la escuela a buscar al director, quería saber si había llegado a estudiar. Revisamos las cámaras y sí, él había estado ahí", cuenta Celina, su madre.Lo último que las cámaras revelaron es que salió y tomó el bus. Bryan Adonay Santos Carrillo solía abordar una ruta que pasa frente a su escuela y luego, un par de kilómetros más allá, transbordar otra unidad para finalmente llegar a casa.La búsqueda de Celina la llevó casi a descifrar lo que ocurrió con su hijo, pero nunca a encontrarlo. Lo único que pudo recuperar fue el pantalón del uniforme con el que Bryan salió la mañana de su desaparición. Lo halló en una finca ubicada a seis minutos de su casa; en el mismo lugar donde apuntaba la última señal del celular que él portaba.Asegura que una persona que le ayudaba con la investigación le dijo que había una testigo que vio a tres hombres, con tatuajes, meter a Bryan a esa finca. Los primeros dos años de la desaparición de su hijo llegaba todas las semanas a Medicina Legal a identificar fotografías de fallecidos para ver si alguna era la de su hijo.Cuando una persona fallece no es lo mismo que cuando desaparece, pues se produce una "pérdida ambigua" que genera a las familias de desaparecidos la necesidad de buscarlos. Así lo sostiene la psicóloga Tania Monge, encargada del programa de salud mental y apoyo psicosocial del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).Monge asegura que no importa el tiempo que haya pasado: pueden ser meses, años, hasta décadas. "Al saber que la persona está fallecida se hace todo un ritual que permite que pase por un proceso de duelo y que puede ir asimilando esta pérdida. Con una persona que ha desaparecido los familiares entran en una situación de incertidumbre, albergan una esperanza de encontrarlos vivos, sin importar el tiempo transcurrido".Argumenta que la pérdida ambigua se da cuando la persona desaparecida se encuentra presente en la familia, porque hay recuerdos que lo mantienen vivo. De la misma forma, el familiar que busca a la persona desaparecida puede estar presente de manera física, pero ausente dentro de la familia.Bryan forma parte de las más de 25,000 personas que fueron denunciadas como desaparecidas entre 2014 y 2021, según los registros de la...

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