De acá hasta diciembre

Sandra de BarrazaCuando se abran las puertas de las viviendas y las escuelas para acogerlas, muchas de ellas serán madres.Oficialmente se anunció el cierre de centros escolares públicos y privados, en todos los niveles educativos, hasta el 31 de diciembre de 2020. Es una ventaja que las autoridades se hayan pronunciado para superar la incertidumbre en las familias. No hay peor cosa que estar suponiendo o adivinando qué y cuándo va a suceder.En nuestro país hay alrededor de cuarenta y cinco mil docentes. La mitad trabaja en educación primaria (1º a 6º grado). Con esta cantidad se puede concluir que la mayoría de las madres y padres no fueron preparados para enseñar la lectoescritura ni la lógica matemática; no fueron preparados para estimular el aprendizaje de la historia, la geografía o las ciencias. Y se puede concluir que muchos han estado pasando tiempos difíciles tratando de sustituir a los docentes formados para ejercer esa profesión. ¡Quedan cuatro meses más para esta tarea!Quedan cuatro meses en los que deben continuar con la sobrecarga de tareas escolares. Hay que repetirlo, los estudiantes y sus padres y madres continúan con la queja de la sobrecarga del trabajo. En lo que resta del año, las familias deberán continuar con la compra de datos para enviar las tareas escolares restando recursos para otras necesidades básicas. Y hay que repetirlo, en una sociedad democrática como la nuestra, la evidente brecha digital deja a muchos al margen de las oportunidades. Este es un tema que, más temprano que tarde, debe abordarse con responsabilidad.Los titulares de Educación y de Salud despejaron el panorama a padres y madres. En una semana, estarán reincorporados al trabajo, si lo tienen, ocupados y preocupados por encontrar asistencia para el cuido de los/as hijos/as. Los que no tienen trabajo continuarán con la angustiosa incapacidad de satisfacer las necesidades elementales en la familia. Y en este...