El Acuerdo Nacional, ¿qué le hace falta?

Rubén I. Zamorarzamoraun@gmail.comNuestro país vive una doble paradoja: por un lado las fuerzas políticas y la sociedad civil coinciden en considerar entre cinco y siete problemas de nuestra sociedad como igualmente graves y estructurales, que tienden a empeorarse y urgen de ser resueltos, pero coinciden en que la polarización política imperante lo impide; una segunda paradoja es el consenso sobre la necesidad de un Acuerdo Nacional para resolverlo, pero, de nuevo, la polarización le niega viabilidad.La experiencia del gobierno anterior es aleccionadora: llamó a un Acuerdo Nacional, pero, recién iniciado este fue bloqueado por conflictos entre los partidos políticos y terminó en un acuerdo de dirigentes de los partidos parlamentarios, excluyendo a la sociedad civil; el resultado es un documento cuya ejecución depende de la voluntad de los diputados, es decir, sin probabilidad de ser implementado; la experiencia nos dice que este tipo de Acuerdo ejecutado entre los partidos y el gobierno en la gran mayoría de los casos no se ejecuta.El resultado neto de este impase es que los problemas que realmente aquejan a nuestra sociedad quedan sin posibilidades de ser enfrentados y son pospuestos y se les ponen parches; la "reforma" a las pensiones del año pasado, provocada por la crisis fiscal, que estaba a un paso de declarar el no pago de sus deudas, es un remedio provisional, pero cargando el costo sobre las espaldas de la mayoría de los contribuyentes al sistema de pensiones y transformando lo que debe ser seguridad para el retiro, en imposibilidad de retirarse.Nuestra experiencia de la superación del conflicto armado de los ochenta es también aleccionadora; casi desde el inicio se empezó a hablar de una solución política, el gobierno hablando y convocando al "diálogo" y el FRD-FMLN presentando propuestas de "negociación", sin embargo, no fue sino hasta 9 años después que esto se convirtió en el real proceso de negociación que generó los Acuerdos de Paz. Al analizarlo aparecen dos factores que si bien no únicos, son claves; por un lado, la sociedad civil gradualmente fue abandonando la posición de considerar a la otra parte el enemigo para asumir que el "entendimiento" entre las partes era la única salida y lo convirtió en bandera pública.Por otro lado, las partes directamente involucradas en el conflicto armado, ancladas en la concepción que el único camino viable era recurrir a las armas y liquidar al enemigo, se movieron a aceptar que no era...

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