'El agua del Güija se pone diferente por los químicos'

Por Saraí Alas Michael HuezoEl calor es asfixiante en los alrededores del lago de Güija, al noroeste de Santa Ana, y sumado al fuerte olor a pescado, el ambiente es tenso entre los habitantes del lugar, que tratan de seguir sus rutinas: pescadores artesanales, vendedores de comida, mujeres que lavan ropa y turistas continúan llegando a este cuerpo de agua.Al menos dos semanas han pasado desde que los habitantes del caserío El Desagüe, del cantón Belén Guijat, de Metapán, reportaron al Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN) una mortandad masiva de peces en el lago.Los peces flotaban en la orilla y despedían un olor a suciedad, recuerda Rosa María Magaña, una joven de 22 años que este jueves llegó al lago a lavar la ropa de su hijo, su esposo y la suya. Rosa acude al Güija desde hace cinco años, cada vez que el pozo habilitado para abastecer de agua a los residentes de la zona se queda seco. "Yo vengo aquí porque no he tenido agua hoy del pozo, y sí ese día estaba lloviendo, el agua estaba sucia, cambió", afirma. Pero en Güija tampoco logra conseguir agua potable para su familia, asegura la joven. "El agua se pone diferente por los químicos que vienen de los ríos cuando llenan. A veces se acumula demasiada basura y se pone el agua con olor a azufre", agrega.Los habitantes de las comunidades, sin embargo, han tenido que aprender a vivir con estos cambios. Ahora es algo que pasa "todos los años", dicen. La turbidez del agua del Güija se ha convertido en un verdadero "problema de salud pública", advierte el Laboratorio de Toxinas Marinas (LABTOX), de la Universidad de El Salvador (UES), en un reciente informe donde alerta de la presencia de cianobacterias potencialmente tóxicas en el lago. Los expertos de la UES encontraron la cianobacteria "Cylindrospermopsis cf. raciborskii" en alta abundancia celular. Los valores que encontró el LABTOX representan un nivel de riesgo de alto a moderado, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), y pueden provocar irritaciones en la piel, enfermedades gastrointestinales o intoxicación.A la orilla del lago hay dos pescadores. Uno de ellos, Gerardo Santos, asegura que la muerte de los peces ocurre todos los años después del invierno, debido a "todo lo que trae el río". Mientras saca su red del agua, dice que "aquí lo que se murió de las nasas fue el (pescado) quiste. Pero desde la temporada de invierno se llena bastante (de agua) y los pescados buscan respirar pero no lo logran, es por eso...

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