EL AIRE Y LA LUZ SON ALIADOS ETERNOS QUE CON FRECUENCIA ENTRAN EN CONFLICTO ATMOSFÉRICO Y ANIMICO

HistoriasLa joven viajaba en uno de los primeros vagones del ferrocarril que la transportaba a diario de su casa al trabajo y viceversa. Sólo un par de estaciones había en la ruta y ella, en cada una, salía a buscar algo para comer.Esa mañana, las labores del trabajo la obligaban a llegar más temprano, y por eso estaba apenas amaneciendo. Tomó el primer tren, y se dedicó a pensar entre la penumbra. A su lado iba en el trayecto un hombre evidentemente de mucha edad.--Yo la conozco, señorita. Usted es Ivonne, ¿verdad?--Perdone, ¿quién es usted?--Ah, no me recuerda. Yo era el mejor amigo de su padre: y muchas veces la llevé al parque. ¿Tampoco esto lo recuerda?Ella no respondió, pero hizo un gesto de angustia. Por fin lo reencontraba. Se levantó de su asiento, y se dirigió a él con voz airada:--¡Maldito abusador, me cansé de buscarte, y mira cómo te me apareces!En ese momento pasaba por el pasillo el agente de servicio, que le preguntó:--Señorita, ¿qué le pasa? ¿A quién le está hablando en esa forma?--¿Y a quién va a ser? A este señor que va sentado a la par mía.--Disculpe, pero aquí a su lado no va nadie.Ella trató de afinar la observación, y en efecto no había nadie. ¿Qué había sido aquello? Y de pronto entendió que el abuso seguía vivo en su mente, y que de ahí no iba a salir jamás. El ferrocarril continuaba su marcha como si nada.Desde que, al inicio de la conciencia, empezó a imaginar hacia dónde se dirigirían sus pasos en el futuro le nació la convicción de que tenía que ser fuera de los espacios conocidos. Sus padres un día trataron el punto sin que él estuviera presente:--Yo creo que este muchacho se va a ir de aquí en cuanto pueda.--¿Muchacho? Pero si sólo es un niño, y todavía no puede saber qué es lo que quiere. Dejémoslo estar con la ingenuidad que aún puede gozar. Dejémoslo.--¡No te hagás el bobo, Mariano, que por algo estamos hablando de esto!Y la madre sonrió complacidamente cuando el ya adolescente los llamó para decirles:--Me voy de aquí. Sin que ustedes lo supieran he conseguido una beca, y tengo que estar en Nueva York dentro de dos semanas. Ellos me dan el pasaje. No se preocupen.El padre se quedó estupefacto y la madre siguió sonriendo con un dejo de sarcasmo.Se fue, casi sin despedirse. Y un tiempo después, como la comunicación era casi inexistente, el padre dispuso ir a ver cómo estaba su hijo. La madre aceptó aquella decisión con actitud más bien despectiva. Y días después, el padre volvió:--No está donde nos dijo que...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR