Análisis del entorno

Rafael Ernesto Góchezregochez@hotmail.comLos salvadoreños -gobernantes y gobernados- deberíamos poner los pies en la tierra y saber que el país es altamente dependiente del exterior (remesas, exportaciones, inversiones y cooperaciones). El Salvador no tiene ningún recurso estratégico para la economía mundial. Esto quiere decir, entre otras cosas, que el país no resistiría un bloqueo internacional. Colapsaría de inmediato.Ante esta dura realidad y teniendo en cuenta el gran avance en las comunicaciones, es inverosímil que existan dirigentes políticos que se olviden del enorme dolor causado por la violencia política en el siglo XX e ignoren que quebrantar el orden constitucional llevaría al aislamiento internacional.Una ruta para superar la actual crisis institucional es que los gobernados dejen de ser observadores y se conviertan en protagonistas de su destino. La acción ciudadana es clave para el cumplimiento de la Constitución de la República y la Declaración Universal de los Derechos Humanos.Un paso en esa dirección es que los gobernados dejen de depositar el destino del país en manos de un pequeño grupo de tomadores de decisión. Con esto en mente y reconociendo a la persona humana como el origen y el fin de la actividad del Estado, seguidamente se hace un análisis de las oportunidades y amenazas para la naciente democracia a partir del suceso del 9 de febrero de 2020.Oportunidad 1. Sustituir la lucha por el control del aparato estatal por la construcción e implementación de un Plan de País. Este giro requeriría del liderazgo del presidente de la República, establecería una relación ganar-ganar y enviaría un mensaje positivo a la comunidad internacional.Oportunidad 2. Informar y empoderar a la ciudadanía. La abundante demagogia y la inacabable corrupción han hecho que los movimientos antisistema adquieran fuerza. No obstante, el tanteo de militarizar la Asamblea Legislativa el día 9F ha hecho reflexionar a propios y extraños.Oportunidad...