¿El ataque de Diosdado Cabello es personal o del régimen en pleno?

Miguel Henrique OteroLo que Cabello comunica es, nada menos, que es el hombre más poderoso del régimen, por encima de Maduro.Partiré desde aquí: tal como el periodista español Emili Blasco ha narrado a su colega venezolano Napoleón Bravo -disponible en nuestra página web-, la fuente de su reportaje publicado en el diario ABC es una entrevista que realizó en España, en 2015, a Leamsy Salazar, exescolta de Diosdado Cabello, antes de que este viajara a Estados Unidos en calidad de testigo protegido. Señala, además, Blasco, que esa conversación con Salazar fue desplegada con mayor detalle en su libro Búmeran Chávez (publicado ese mismo año 2015). De ese intercambio surgió el reportaje, en el que se informaba que Cabello estaba siendo investigado por vínculos con el narcotráfico.El Nacional, como se ha repetido hasta la saciedad, reprodujo la información publicada en el diario ABC. Nada más. Y por ese hecho, una práctica común entre medios de comunicación de todo el mundo, el capitán Diosdado Cabello demandó a El Nacional, al portal La Patilla y al diario Tal Cual, por un supuesto delito de difamación. No demandó al diario ABC, que lo imprimió primero, ni tampoco a los otros más de 80 medios de comunicación en América Latina y Europa que también publicaron la información.Aunque la supuesta difamación habría sido cometida en contra de Diosdado Cabello -acusación que no ha podido ser demostrada, porque no tiene fundamento alguno, y porque el juicio no concluyó nunca, ni siquiera empezó- es decir, aunque el supuesto agraviado es una persona, la respuesta que ha recibido El Nacional sobrepasa las capacidades de una persona, e involucra a varias instituciones del Estado.En una acción desproporcionada y que hace patente un más que evidente abuso de poder, en 2015, el Ministerio Público inició acciones -entre ellas, la prohibición de salida del país- contra dos decenas de personas, periodistas, directivos y propietarios de los tres medios de comunicación señalados, a pesar de que es público y notorio que las decisiones de carácter editorial, que tienen siempre un carácter cotidiano y que se realizan con la velocidad y apuro propias del periodismo, son potestad de una o dos personas en cada medio de comunicación. En ese momento, quedó claro que Cabello, con el apoyo descarado de los organismos del Estado, había dado inicio a un plan, que tenía como meta la destrucción de El Nacional.Antes de seguir, debo detenerme en dos cuestiones que son relevantes...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR