El colmo de la desvergüenza y del despojo

Juan Héctor Vidalopinion@laprensagrafica.comEn todas las encuestas de opinión siempre resulta aplazado. Es señalado por la viajadera de sus miembros sin oficio ni beneficio y los viáticos exagerados que reciben, como el vivero de las plazas fantasmas, por no actuar a tiempo y de manera transparente en las elecciones indirectas, por los cuantiosos gastos en que incurre en vehículos de lujo, por lo que el país gasta en su seguridad, por abrigar a personas que se venden al mejor postor (maletín negro), por haberse convertido en refugio de individuos, que según se comenta, están relacionados con el crimen organizado; por manipular a su antojo el presupuesto general de la nación. Y, si lo dicho no es suficiente, entonces aclaramos que nos estamos refiriendo al mal llamado primer órgano del estado (así, con minúsculas).Es obvio que entre los diputados que conforman la Asamblea Legislativa hay personas que han llegado a ocupar esos cargos de enorme responsabilidad, por mérito propio, idoneidad, principios éticos y morales bien cimentados y, sobre todo, por la creencia del electorado de su compromiso con los más altos intereses de la Patria. Pero al valorar el significado del comportamiento ejemplar de esas personas, sostenemos que sus credenciales son eclipsadas totalmente por el accionar procaz, denigrante y perverso de los demás.Porque no nos vayan a salir con el cuento de que las recientes denuncias del presidente Norman Quijano sobre los abusos cometidos con las compras de bienes y servicios y por otras picardías son simples inventos; que ningún diputado está involucrado en esas fechorías, que siempre ha sido así y consiguientemente ello le da legitimidad a las mismas y cuanta farsa se les ocurra para disfrazar o justificar esta otra forma descarada de despellejar al erario nacional. Y al referirnos a una eventual reacción al respecto, no dejamos de pecar de una grotesca ingenuidad, porque en estos dorados tiempos -donde la corrupción institucionalizada y personal ha llegado a niveles y...

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