Conducta de las MYPE ante escasez de facilidades crediticias

Francisco Sorto RivasMáster en Economía INCAEEn un artículo anterior planteaba mi interés de analizar percepciones que se tienen sobre el acceso de las MYPE al crédito convencional, vs. la usura; refiriéndonos aquí, claro está, a empresas consideradas como sujetas de crédito por parte de la banca comercial; es decir, emprendedores que voluntariamente recurren a prestamistas informales, a pesar de que cuentan con holguras suficientes para no endeudarse, inclusive.En aquella oportunidad hablábamos de las oportunidades de crédito ofrecidas -a través del Banco Hipotecario- para MYPE proveedoras de bienes o servicios del sector público, esto bajo los auspicios de CONAMYPE; una hipótesis de trabajo para esta medida sería: "las MYPE carecen del capital de trabajo necesario para hacer negocios con el Gobierno, especialmente porque este se tarda demasiado en pagarles; ergo, no participan en compras públicas. Al brindarles facilidades de crédito especiales podrían hacer esos negocios".Variantes de ese análisis son desarrolladas en el libro Escasez, ¿por qué tener poco significa tanto? de Sendhil Mullainathan y Eldar Shafir; el primero, economista y el segundo, psicólogo. El título sugiere que se trata de un ensayo sobre la escasez de recursos; objeto de estudio -por cierto- de la economía, fuente de la teoría de precios y del funcionamiento de los mercados; pero realmente va más allá de eso. Tiene un enfoque conductual aplicable a cualquier tipo de escasez.Ellos señalan que ante diversos tipos de restricciones, tomamos decisiones con una visión de túnel y cometemos errores por centrarnos en el cortísimo plazo, atacando las manifestaciones de problemas aparentes y descuidando las causas reales, ya sea por cansancio o distracciones recurrentes; y cuando se trata de créditos para necesidades impostergables -por falta de holguras- se cae en trampas de escasez que se retroalimentan endógenamente.Podemos mencionar como ejemplo que algunos lectores de este artículo estarán viendo, alternativamente, sus WhatsApp, YouTube o su Instagram; a este fenómeno los autores...