Corpus Christi

Rutilio SilvestriColumnista de LA PRENSA GRÁFICALa fiesta del Corpus Christi -que celebramos el domingo recién pasado- nos recuerda todo el camino que el Señor, tan amorosamente, nos ha hecho recorrer: nuestra historia personal de salvación se funda en el recuerdo de lo que el Señor ha hecho por nosotros.Además, debemos darnos cuenta de que recordar es esencial para la fe: así como una planta no puede permanecer con vida y dar fruto sin agua, tampoco la fe si no se sacia de la memoria de lo que el Señor ha hecho por nosotros, tampoco dará su fruto, que terminará en el Cielo. La memoria es importante porque nos permite permanecer en el amor. Recordar, es decir, llevar algo en el corazón, es no olvidar que alguien nos ama y que estamos llamados a amar.Eliminando los recuerdos y viviendo al instante, se corre el peligro de permanecer en lo superficial sin ir al fondo, sin esa dimensión que nos recuerde quiénes somos, de dónde venimos y en qué dirección vamos. Entonces la vida exterior se fragmenta y la interior tiende a desaparecer.Pero ante la debilidad humana el Señor sale al encuentro con una fragilidad amorosa que es la Eucaristía.En la Eucaristía, el Señor nos visita haciéndose alimento humilde que sana con amor nuestra memoria, porque la Eucaristía es el memorial del amor de Dios.Este Sacramento es nuestra fuerza, es el apoyo para nuestro caminar hacia el...

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