La crueldad como Política Pública

Álvaro BermúdezPolitólogo investigador, docenteEl régimen salvadoreño hace gala de crueldad a través del régimen de excepción.Bukele aprendió que sus electores claman por pan y circo. Medidas clientelares durante la pandemia y discursos que apelaban a la emoción y no a la razón contribuyeron a granjearle el apoyo de amplios sectores de la ciudadanía.Aunque a la fecha Bukele no ha resuelto ninguno de los principales problemas que aqueja a la población salvadoreña, aun así, le apoyan; desde tal perspectiva el presidente ha comprendido a sus electores.Durante los primeros días del Estado de Excepción redes sociales vinculadas a instituciones y funcionarios de Estado, así como de simpatizantes del presidente, compartían videos e imágenes que con morbo y saña mostraban el trato denigrante que agentes del Estado brindaban a internos de prisiones y a personas capturadas bajo sospecha de pertenecer a pandillas.Golpes y malos tratos hacia los capturados, así como medidas cercanas a la tortura que restringen alimentos y horas de sol a privados de libertad, están siendo promocionados como logros por parte del gobierno salvadoreño.Un gozo enfermizo es notable en el presidente y sus seguidores, revelando rasgos narcisistas y sádicos del gobernante y sus partidarios. La humana y legítima aspiración de poder del Bukele trasciende lo político y tiende a lo patológico.En el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-V) se explica que los pacientes con trastorno de personalidad narcisista (TPN) con frecuencia "fantasean con un éxito salvaje y envidian a quienes lo han logrado. Pudieran elegir amigos que piensan que pueden ayudarles a obtener lo que desean" (Morrison, 2015).De ahí puede deducirse que la fijación y el ataque del presidente Bukele hacia otros líderes autoritarios de la región se explica por la envidia que siente hacia quienes considera que han logrado -en sus mismos términos- el "éxito salvaje" de enquistarse en el poder.De igual manera, lo visto en estos días nos lleva a ver en Bukele a un mandatario sádico. Como lo explica Erich...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR