Deja la serigrafía para elaborar mascarillas

Juan Carlos BarahonaCon varios años de experiencia en el mundo de la serigrafía, a Ronald Umaña León, la emergencia generada por el covid-19 le hizo volver a comenzar de cero e incursionar en una línea de producción nueva, adaptándose a la misma emergencia: decidió comenzar a fabricar mascarillas.Pero no cualquier tipo de mascarillas, decidió emprender la fabricación de mascarillas personalizadas, para poder llamar la atención de los clientes.Con la llegada de la cuarentena, a este emprendedor santaneco no le quedó más remedio que cerrar su negocio de serigrafía y arte gráfico, que junto a su familia mantenía desde hace unos años, mandando a sus casas además a los cinco empleados a quienes proveía empleo fijo.Con compromisos previos adquiridos, materia prima comprada, trabajos a medias y sin pagos de sus clientes, la emergencia le cayó como un balde de agua fría, quedando en el aire y sin tener los ingresos necesarios, incluso, para sus gastos familiares. "Como empresa, nosotros tenemos ya marcadas las temporadas del año y venía la otra temporada con los colegios, las promociones, uniformes deportivos para los intramuros, pero de repente entramos en cuarentena, los negocios se cierran, nosotros quedamos con las manos atadas, con producto cortado, producto comprado, pedidos hechos, nosotros paralizamos completamente, tuvimos que cerrar al cien", dice Umaña.Con dos meses sin trabajar y las necesidades y compromisos tocando a la puerta de su casa, León comenzó a "rebuscarse" y a repensar su negocio, llevándolo a incursionar en la fabricación de las mascarillas, pero no cualquier cubrebocas, ya que además de cumplir con algunas normativas de seguridad, deberían de llamar la atención de los clientes. "Pensé qué podemos...