La deuda histórica que el presidente quiere ignorar

Edwin SeguraJefe de LPG DatosEl aniversario número 30 de la firma de los Acuerdos de Paz encuentra a El Salvador con un gobierno que ha decidido restarle valor a uno de los hitos más importantes de nuestra historia, y con ello ignorar una de las deudas históricas más urgentes en el país: la democratización plena del país.Es muy importante, no cabe duda, que el país haya logrado concluir una guerra civil por la vía negociada. Ahora se dice fácil, pero en 1992, eso parecía imposible. En el papel y desde su nacimiento, El Salvador siempre había sido una república democrática, pero en la práctica se llegaba al poder por la fuerza o mediante elecciones amañadas. Y lo peor: el poder político se había ejercido de manera autoritaria y violenta.La guerra civil, más allá de todas las causas que la explican, era la expresión más reciente, más grave y prolongada del descontento de una parte de la población que no encontraba los canales adecuados para expresarse, participar del ejercicio del poder y realizar cambios por la vía pacífica.El acuerdo, patrocinado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), pretendía terminar con el conflicto armado por la vía política, impulsar la democratización del país, lograr el irrestricto respeto a los derechos humanos y reunificar a la sociedad salvadoreña.La democratización del país, tal y como se entendió en el acuerdo, pasaba por incorporar a los alzados en armas a la vida política, y reformar la estructura del Estado para establecer un Órgano Judicial y un Ministerio Público independientes.Los primeros años, por obvias razones, fueron los más complicados. El FMLN debía desarmarse por completo y convertirse en un partido político, mientras que la Fuerza Armada debía reducir su tamaño, depurarse de sus malos elementos, dejar de controlar la seguridad pública y dejar de interferir en los asuntos políticos del país.En 1997, el acuerdo parecía ya irreversible y, a la vuelta de una década, la ONU estaba lista para dar por cumplidos los Acuerdos de Paz. Esto supuso dejar por completo en manos de los salvadoreños las tareas pendientes como la atención a la víctimas de graves violaciones a los derechos humanos, la profundización de la democracia, y la construcción de una sociedad más segura y próspera.La Comisión de la Verdad, la cual nació de los Acuerdos de Paz, dejó un informe, cuyo contenido debió ser una hoja de ruta para que la nueva clase política hiciera las cosas de manera diferente. Las recomendaciones...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR