¿Dictadura o democracia?

Claudia FigueroaDocenteMucho se habla de que la situación que se está viviendo en El Salvador es una dictadura. No es para menos. Solo recordemos la historia. En El Salvador nunca ha habido un gobierno debidamente democrático. Recordemos algunos puntos y traigamos a colación a la filosofía para dar un poco de luz a este tema.Recordemos el famoso libro de Platón, La República, no solo relata sobre los tipos de gobiernos, sino también describe que ninguno de nosotros es igual al otro, porque todos tenemos tres tipos de almas: la racional, la irascible y la concupiscible. Es decir, los que desarrollen el alma racional son los que deben gobernar; los de alma irascible, guardar y proteger el Estado; y los de alma concupiscible son los que desarrollarán el trabajo productivo.Los sistemas de gobierno, de acuerdo con Platón, son: la aristocracia, la timocracia, la oligarquía, la democracia y la tiranía. No me voy a meter a explicar a plenitud cada una porque nos tomaría mucho espacio para hablar. Lo haremos en una siguiente oportunidad. Ahora, veamos cómo nos afecta en nuestro país.Las dictaduras no solo se manifiestan por la prolongación de una persona en el poder. Se va dando paulatinamente, va cercenando las libertades de a poco hasta que la población queda sin nada para vivir, para comer y debe recurrir a la violencia para obtener lo que quiere o necesita.Antes de la llegada de los europeos al continente, recordemos, cada una de las grandes civilizaciones, los grandes imperios como el azteca o el inca, tenían un sistema de gobierno que ahora se conocería como socialista. A nadie le faltaba nada, todos tenían lo que merecían según sus habilidades y naturaleza. Los gobernantes, secretarios y regentes velaban por el bienestar de toda la población. Quien robaba por hambre, el que pagaba, era el encargado de dicha comunidad, y, si veían a un funcionario robando, era ejecutado también. Ahora, no podemos hacer eso.El Salvador, y Guatemala, hasta donde se sabe, están en constante dictadura. El grupo de alma concupiscente, la...

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