Discursos de odio... ¡Paz, hermano lobo!

José Zanoni Yadadr.yada@hotmail.comNuestra oración a la bandera dice: ...eres el aire que respiramos, la tierra que nos sustenta, la familia que amamos, la libertad que nos defiende... ¿Pero será cierto que la libertad nos defiende? ¿Ese don tan preciado está siendo utilizado contra nuestra patria?Hemos visto, con tristeza, cómo la libertad de expresión -un derecho inquebrantable de nuestra sociedad- está golpeando otros derechos como son el derecho al honor y el derecho a la integridad. Y así nos damos cuenta de cómo discursos de odio, burlas, apodos y falsas acusaciones son publicados en casi todos los medios existentes en el país.Sí, muchos de estos medios de difusión se han convertido en un mecanismo de agresión. Ya lo dicen los escritores Hare y Weinstein en su libro sobre este tema: "¿Qué es la libertad de expresión, sin la libertad de ofender?" ¿Pero es cierto? ¿Es legítimo ofender, ridiculizar y desprestigiar?En la película dirigida por Clint Eastwood, sobre el caso de Richard Jewell, una madre implora al entonces presidente Bill Clinton: "Señor presidente, por favor, limpie el nombre de mi hijo". ¡Qué desesperado clamor! ¿Pero se puede limpiar el nombre de una persona a quien los medios y las redes han ensuciado? ¡Lo dudo!El honor perdido nunca se recuperará; siempre la duda quedará impregnada en las mentes de las personas que leyeron o escucharon esas falsas noticias o esos lesivos comentarios. Sabemos que los medios son solo una respuesta a las necesidades y los desahogos del pueblo. Un pueblo sufrido, en el cual desafortunadamente existen personas que gustan del comentario morboso, de la noticia amarillista, de la opinión interesada y claramente no responde a los...

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