Ecuador en busca de sí mismo

Por Jonathan Palma, Miembro de #CONNECTASHub en EcuadorEcuador vive sus peores días desde que asumió hace un año la presidencia el banquero Guillermo Lasso. El país se encuentra parcialmente paralizado por cuenta de una movilización de al menos 30 mil indígenas que mantienen sitiada a la capital, Quito, mientras el Gobierno hace esfuerzos desesperados por controlar una situación política que hace rato se le salió de las manos.Desde que empezó la protesta indígena hace 10 días, van ya más de 80 personas detenidas y más de 50 civiles heridos, de acuerdo con la Alianza de Organizaciones de Derechos Humanos. Por su parte, la Policía ha reportado 27 policías secuestrados por los manifestantes. Y solo en la ciudad amazónica de Puyo hablan de 18 oficiales desaparecidos en el contexto de los enfrentamientos con la ciudadanía. Se ha hablado incluso de la posibilidad de que las protestas indígenas allanen el camino para un cambio de gobierno, como pasó con el de Abdalá Bucaram en 1997 y el de Lucio Gutiérrez en 2005, aunque cualquier horizonte es aún incierto.¿Qué explica la intensidad de esta nueva ola de protestas? El balance de gobernabilidad de Lasso resulta abiertamente negativo. Su popularidad está por debajo de los 40 puntos y esto ocurre en medio de un ambiente de tensión, según la encuestadora Perfiles de Opinión. Los indígenas, a quienes se han sumado otros sectores sociales, reclaman por la falta de empleo, el alto costo de la vida, la inseguridad por la delincuencia común y el narcotráfico. Las protestas no parecen tener un final a la vista y aún no hay un horizonte cierto.En medio de ese escenario, detractores políticos intentan tomar el resto de poderes del Estado. Lasso llegó al poder después de una década de intentos fallidos que dieron paso a dos gobiernos de izquierda, los de Rafael Correa y Lenin Moreno. Estos presidentes dejaron al país sobreendeudado y con sus ingresos condicionados, como la producción petrolera en manos de China. Lo hicieron para impulsar proyectos sociales y de infraestructura que en muchos casos se vieron envueltos en corrupción por sobreprecios y sobornos al más alto nivel político. Tanto, que un expresidente fue sentenciado y se encuentra prófugo, y un exvicepresidente tiene tres condenas a cuestas.El discurso de Lasso avizoraba un timonazo radical al rumbo que le habían dado al país las políticas de Correa y Moreno. Ofrecía mejorar la economía de los ecuatorianos, que se fue a pique en 2019 tras un paro sin...

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