Es hipocresía pretender vivir un cristianismo mundano

Rutilio SilvestriColumnista de LA PRENSA GRÁFICAEl Papa Francisco, en una de sus homilías, comentó que una doble vida lleva a no anunciar bien el Evangelio: es la hipocresía de pretender vivir un cristianismo mundano que no lleva a anunciar el Evangelio de Cristo.La novedad del Evangelio, la novedad de Cristo no es solo que transforma nuestra alma, nos transforma a todos nosotros: alma y cuerpo, todo. Es decir, transforma nuestra vida en la Suya.La novedad del Evangelio es absoluta, es total; porque transforma nuestra vida diaria: todo para Dios y solo para Él.Algunas personas buscan vivir el cristianismo "de las novedades". Pero no se puede hacer así, no se puede vivir así. Y cuánta gente que vive "de las novedades", que vienen propuestas por el mundo. Eso es mundano, no acepta toda "la novedad". Hay una gran diferencia entre "la novedad de Jesucristo" y "las novedades" que el mundo nos propone para vivir.Alguno podría decir: es que somos débiles, somos pecadores. Esto es cierto, pero si aceptas ser pecador y débil, Él te perdona, porque parte de la novedad del Evangelio es confesar que Jesucristo ha venido para el perdón de los pecados. Pero si dices que eres cristiano y convives con estas novedades mundanas: eso es hipocresía.Esta es la diferencia. Y Jesús nos había dicho en el Evangelio: "estad atentos cuando os digan: el Cristo está allí, o allí, o allá". Cristo es solo uno, y Cristo es claro en su mensaje.El camino de aquellos que acogen la novedad de Jesús es el camino de Jesús: el camino hacia el martirio, el camino de la Cruz, el martirio del quehacer de cada día, en el trabajo...

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