Es que, en mis tiempos, no había esta onda verde, no pensábamos en la ecología...

P. Fernando Gioia, EPHeraldos del EvangelioDe un extremo a otro, no solo dentro de las diversas posiciones ideológicas, sociales, ambientales o religiosas, uno encuentra singulares actitudes y sus correspondientes respuestas sobre el tema del medio ambiente. Todos vemos, sentimos y lo consideramos importante.A todo momento se tienen repercusiones que reflejan diferentes puntos de vista. Científicos de un lado, activistas del otro, periodistas hacen del tema una centralidad que deja a algunos sin saber qué actitud tomar. Hasta el hombre "común de la calle", en ciertas circunstancias, es acusado de destructor del medio ambiente y no sabe qué responder.Bueno, algunos sí lo saben. Como ejemplo de eso les comento la singular respuesta de una simple señora que llega a un supermercado y es incriminada, por ser de una generación bastante anterior, por el joven cajero que considera, a los de su tiempo, de ser responsables de no preocuparse en proteger el "medio ambiente".El autor de este diálogo, que no aseguro haya sido real, es un anónimo, y circuló mucho en años anteriores por las redes, con el hoy anticuado sistema de PowerPoint.Ocurría en una fila de supermercado, al momento de retirar lo que había adquirido, el joven cajero le dice a la señora, ya de avanzada edad: "Usted debería traer sus propias bolsas para las compras, pues las de plástico no son amigables con el medio ambiente".La educada señora pidió disculpas diciéndole: "Es que en mis tiempos no había esta onda verde, no pensábamos en la ecología".A lo que el joven le responde: "Exactamente es el problema de hoy, señora, su generación no se preocupó suficientemente con nuestro medio ambiente".La señora dio, al actualizado joven, una respuesta que nos dejará sorprendidos: "Tiene razón, nuestra generación no se preocupó adecuadamente con el medio ambiente" y continuó explicándole lo que talvez, en su corta edad, no tenía ni la más mínima idea."En esos tiempos, las botellas de leche, gaseosas o cerveza eran devueltas a los respectivos negocios y estos a las fábricas, donde eran lavadas y esterilizadas antes de volver a ser usadas. Es decir, los fabricantes las usaban unas y otras veces".Y así fue, como un estribillo, repitiendo al joven preocupado con el medio ambiente: "Realmente, no nos preocupamos con el ambiente en nuestro tiempo".No dejando de caer sobre él con una catarata de hechos y más hechos: "Hasta los pañales de los bebés eran lavados, porque... no había descartables. Y el...

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