La fiesta del fruto

Rafael Mejía Scaffinimejiarafael64@yahoo.comEl fruto es identificado casi siempre con el carácter que Dios desea desarrollar en nosotros. Esto es verdad, fue por ello que Pablo desarrolló este tema en la Carta a los Gálatas. Sin embargo, en la perspectiva del Reino, el fruto también tiene que ver con el resultado obtenido por medio de la implementación de la visión de Dios en nuestras vidas.Esto significa que además de verse reflejado en nuestro carácter, el fruto también debe verse reflejado en nuestro crecimiento integral, tal como lo expresa Juan: "Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma" (III Jn.1.2).Esto se logra, entre otras cosas, por medio de la implementación de las obras que Dios preparó desde antes de la creación, para que nosotros las hagamos realidad en la Tierra. Para reconocer estas obras, se requiere identificar nuestro propósito, asimismo reconocer las habilidades que Dios nos dio para implementarlas.Dios nos revela estas obras por medio de la visión, la cual, al ser implementada, produce un fruto que satisface, sana y se reproduce al ciento por uno. El medio para identificarlas es Jesucristo, lo cual fue confirmado por Dios desde el Génesis a través de las ofrendas de los hijos de Adán y Eva. La ofrenda que agradó a Dios fue la del cordero -prefiguración de Cristo- ofrecido por Abel, no así los frutos de la Tierra que ofreció Caín, aclarando Dios con ello que ningún esfuerzo fuera de Cristo, por muy noble que parezca, puede satisfacer su corazón.Dado que no hay acepción de personas para Dios, pues desea bendecirnos a todos, dejó otras formas de revelación que nos conducen a Él: por la comprensión de...

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