Fosa de Chalchuapa: actas de captura de supuestos cómplices de Osorio contradicen acusación del estado

Laura JordánLos investigadores de la Policía Nacional Civil quizá sean los policías con más suerte del planeta. Hace dos años, en menos de 24 horas, se convencieron de haber resuelto un crimen que involucra a un expolicía, a más de 33 víctimas y a una fosa clandestina gracias a una serie de detenciones realizadas en una sola tarde contra nueve acusados de delitos ajenos a los crímenes cometidos en el callejón Estévez de Chalchuapa.Horas después, cuando esos detenidos entraron uno por uno a la subdelegación policial en la que estaba sometido el expolicía Hugo Osorio, este los identificó y los acusó de ser sus cómplices. Los investigadores le creyeron y, desde entonces, el Estado también creyó el relato de su testigo estrella, uno que ha sido la piedra angular de un caso que exonera a Osorio de una treintena de crímenes, y señala a otras diez personas del asesinado de ocho mujeres, dos niñas y dos niños.La principal tesis de la acusación comenzó a construirse en la subdelegación de Chalchuapa el 8 de mayo de 2021, cuando la sociedad salvadoreña comenzaba a digerir la captura de Osorio, acusado hasta ese momento de un doble feminicidio y por custodiar aquella fosa clandestina.Las actas oficiales de las detenciones de sus supuestos cómplices cuentan este relato: entre la tarde y la noche de aquel sábado, los policías los detuvieron por resistencia, por mostrarse nerviosos, agresivos o por no portar la factura de sus celulares. Más tarde, en la subdelegación, el expolicía los señaló uno a uno, conforme fueron llegando, como los asesinos de personas que luego él ayudó a enterrar, o cómo sus cómplices en un asesinato por el que no ha sido juzgado: el de su propio hermano."Ese sujeto que traen se llama Henry Olivares, ¿verdad?", preguntó Osorio al ver a un hombre que, detenido, ingresaba a la subdelegación.A Olivares Perdomo lo habían detenido a las 5:10 de la tarde de ese sábado por resistencia agresiva y receptación, dos delitos ajenos al caso Chalchuapa, frente a una casa en la colonia San Francisco, a unas cuantas calles de la vivienda de Osorio."Ese señor hace aproximadamente ocho meses llevó a mi casa a una señora a la que mató juntamente con su hija, a quienes abusó sexualmente, y luego las tiramos en un pozo adentro de mi casa", contó Osorio a los investigadores.Este medio accedió a ocho de 10 actas de los procesados por el caso Chalchuapa que ahora mismo están a la espera de un fallo en el Juzgado Especializado de Sentencia para una Vida Libre de Violencia y Discriminación para las Mujeres de Santa Ana. Su caso, donde Osorio es el testigo principal del Estado, ha sido cuestionado por familiares de los detenidos, sus abogados, la presidenta de la cámara especializada y una organización de DD.HH.Las actas de las capturas fueron remitidas vía correos electrónicos por la Policía Nacional Civil. Los documentos obtenidos por la organización hacktivista Guacamaya fueron distribuidos a organizaciones como DDOSecrets y medios de comunicación, entre estos LA PRENSA GRÁFICA. Este medio intentó obtener una reacción de la Policía a través de personal de comunicaciones del Ministerio de Justicia y Seguridad Pública, pero al cierre de...

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