El fraude de 2018

Jorge Ramos

Colaborador de LA PRENSA GRÁFICA

Es increíble que casi 30 años después, muchos priistas -aún en el poder en México- todavía no puedan reconocer públicamente que hubo un enorme fraude electoral en 1988. (Y en todas las elecciones presidenciales desde 1929 hasta 1994).

Esa fue la época del dedazo, cuando el presidente en turno escogía a su sucesor.

El tema del fraude electoral de 1988 ha resurgido por las confusas y novelescas declaraciones del senador Manuel Bartlett, quien era secretario de Gobernación durante las votaciones, y fue la cara del fraude. Bartlett está cambiando de vestiduras, y parece que ya no se acuerda lo que pasó.

Así que vamos a recordárselo.

Los primeros resultados el 6 de julio de 1988 daban una clara ventaja a Cuauhtémoc Cárdenas, del Frente Democrático Nacional. De pronto, suspendieron el conteo -en un hecho conocido como "la caída del sistema"- y cuando dan los resultados finales, días después, el ganador era el candidato del PRI.

El mayor beneficiado del gigantesco fraude de 1988 fue, por supuesto, Carlos Salinas de Gortari. En dos ocasiones le he preguntado al respecto. La primera entrevista fue en octubre de 2000 en la ciudad de México.

"¿Podemos ya decir que en 1988 un fraude electoral lo llevó a la presidencia?" le pregunté.

"Por supuesto que no hubo fraude", me contestó.

"Se cayó el sistema", le dije. "Se tardaron seis días en dar los resultados finales. En 1,762 casillas, muy en el estilo soviético, fueron con 100 % del voto a favor del PRI. La mitad de las 54 mil casillas no fueron contadas por la oposición... Se destruyeron en el 92 los votos. ¿No hubo fraude en el 88?"

"Faltó documentarse suficiente", me dijo Salinas de Gortari.

"Cuauhtémoc Cárdenas sigue diciendo que hubo fraude", le dije. "Muchos mexicanos consideran que hubo fraude".

"Bueno ¿cómo no lo van a considerar así si les han empujado la idea en estos años con la campaña de desinformación... Esa es la imagen que se formó. No se cayó el conteo de votos. Sí se cayó la computadora. Pues ¿a quién se le ocurre montar una computadora que no tenía forma de operar? Las 55 mil actas están depositadas con las firmas de los representantes [de los partidos políticos]... Es la elección mejor documentada en el Archivo General de la Nación".

Eso no es cierto. Los votos de la gente -los que le dieron la victoria a Cárdenas- fueron quemados en 1992 en una orden autorizada por el Congreso con la clara intención de que nadie, nunca, los pudiera contar y...

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