Poco margen de maniobra fiscal para El Salvador

Leonel IbarraAnte el histórico endeudamiento y déficit fiscal con el que cerrará el año El Salvador, las opciones para reducirlos en el mediano plazo se limitan básicamente a un fuerte recorte de gastos. Al menos eso concluye Paulo de León, director ejecutivo de Central American Business Inteligence (CABI), una firma conformada por un grupo de empresas de inteligencia, consultoría y análisis de datos en temas económicos, financieros y socio políticos de 11 países de la región latinoamericana.A juicio de De León, es entendible que se aumente el déficit en medio de una crisis única en la Historia. El problema está en que El Salvador ya se encontraba en una precondición compleja: un nivel de deuda alto (74 % del Producto Interno Bruto a diciembre de 2019) y un déficit fiscal y estructural también alto (3 %).Por lo mismo, el país, por sobre todos sus vecinos de Centroamérica, excepción hecha de Costa Rica, deberá realizar un trabajo extraordinario en los siguientes dos o tres años para que el déficit, que llegará a 7 % u 8 % al cierre de 2020, regrese lo antes posible a niveles de 2.5 %.El Gobierno salvadoreño ha suscrito un compromiso ante el Fondo Monetario Internacional (FMI) de implementar "un ajuste fiscal gradual de al menos el 3 % del PIB en medidas permanentes durante 2021-24", para lograr un equilibrio fiscal primario de 3.5 % del PIB a fines de 2024.Hasta el momento, el Ministerio de Hacienda ha reiterado que no está contemplando aumentar el IVA, subir impuestos a los combustibles o crear impuestos a la propiedad (como ha sugerido el organismo internacional). De hecho, De León opina que aplicar dichas medidas resultaría contraproducente, ya que al subir impuestos, bajaría la inversión y, por lo tanto, la recaudación crecería a un ritmo más lento de lo esperado.Así, recortarle al déficit prácticamente cinco puntos porcentuales del PIB en tres años será una tarea "complicada" por la vía de impuestos. "Esa es una cosa severa la que tienen que hacer. El país ya no tiene mucho espacio para subir impuestos y, si lo hacen, van a perder competitividad y golpear la inversión. El impuesto sobre la renta ya es muy alto y el IVA ya está por encima del promedio de la región, hay impuestos a los combustibles y la telefonía, entonces no hay más dónde meter impuestos", asegura.De León opina que, ante la contracción económica que se avecina, las...