Mataron a su maestra

Florent ZemmoucheA pesar de los costosos videos, ningún aparato de comunicación logra esconder indefinidamente una realidad -la realidad-, ahogar la cólera y silenciar la tristeza que sufre la gente.Esas son las palabras que se pueden leer en El Salvador en 2021. A pesar de los costosos videos, ningún aparato de comunicación logra esconder indefinidamente una realidad -la realidad-, ahogar la cólera y silenciar la tristeza que sufre la gente de verdad, en la vida de verdad, que solo busca sobrevivir y se muere; es decir, la matan."Los estudiantes de 2º y 5º no tendrán clases hoy. Mataron a su maestra". Esas son las palabras exactas que se pueden leer en el Complejo Educativo Dr. Pío Romero Bosque, en Oratorio de Concepción, Cuscatlán. La maestra es Aracely Miranda Hernández. Fue asesinada el pasado fin de semana, sábado 22 de mayo, en Cojutepeque. Y con esos mensajes la comunidad educativa pide justicia y cuentas: después de los discursos, los videos y las promesas, ¿dónde está el supuesto "Plan control territorial?" ¿Dónde están la seguridad y los éxitos que anuncia el oficialismo por doquier? Ese mismo día, sábado 22 de mayo, hubo tres asesinatos más solo en la zona central del país.Son capaces, y ya lo han hecho, de decirnos que la maestra tenía vínculos con las pandillas. Y si no hubieran encontrado su cuerpo, sin duda nos hubieran dicho que no estaba desaparecida, que solo se había mudado, o que estaría con el novio, o en Estados Unidos. Pero surge, por ejemplo, el caso de Chalchuapa: más de 40 cadáveres, según el forense de la Fiscalía, enterrados en la casa de un expolicía. Abuelos y madres encuentran por fin los restos de sus desaparecidos. Otros papás y hermanos se acercan a la fosa para intentar percibir desde ahí algo de las sombras que persiguen, de los seres...