Nadal, los políticos y el covid-19. Igual a lo bueno, lo malo y lo feo

Roberto Flores PintoGerente de Relaciones Corporativas, Grupo LPGTres nombres propios que los he conjuntado para titular esta columna y relacionarlos con una película de antaño.Estos tres nombres en la actualidad son noticia, unos más que otros, pero los tres tienen ejemplo, repercusiones, frustraciones y desesperanza, y los tres están incidiendo en la vida diaria actual de los habitantes del mundo, nuestro país no es la excepción, pues la estamos viendo "a palitos", aunque por allí se venda publicitariamente que somos una especie de la moderna Suiza.Iniciaremos con lo feo, el covid-19 o la pandemia del coronavirus que nos está tocando vivir mundialmente. Una inimaginable crisis de salud global que se considera como el mayor desafío que estamos viviendo distintas generaciones de seres humanos, desde aquellos que nacimos a finales de la histórica Segunda Guerra Mundial, hasta las generaciones de los últimos tiempos conocidas como Baby Boomers, Generación X, Centennials, Generación Z, Generación Alfa y la última que se menciona, los milenios. Generaciones que junto con los que ya alcanzamos las siete décadas, nunca imaginamos experimentar una crisis como la que hoy nos enfrenta desde hace más de dos años a lo que más tememos desde que nacemos: la muerte.Y de allí las interrogantes diarias ante lo indescifrable: ¿Por qué nos pasa esto? ¿Qué nos quiere decir Dios con esto?Interrogantes de miedo que nos obligan a quitarnos la máscara y la capa de superhéroes con la que vivimos y triunfamos porque somos "cachimbones", y acudir a preguntarle al de siempre, al Dios que todo lo puede y todo nos lo resuelve, porque este virus no solo está cambiando nuestra forma de vivir, sino también la forma de morir.Generaciones, déjenme decirle que Dios no manda virus, estos los construimos o fabricamos de una u otra forma los humanos.El coronavirus Dios lo ve desde lejos pues es una forma de que se pongan a prueba nuestros valores, nuestros sistemas sociales, de gobierno y de humanidad. Porque se está poniendo al descubierto a aquellos políticos que sacan ventaja de calamidades como esta. Nos está comprobando que los beneficios de décadas de progreso económico de países y corporaciones millonarias se derrumban en meses y el virus no se controla.Y ojalá no se le ocurra designar un Noé que construya otra barca, porque entonces serán pocos los que se salvarán.¿Y dónde cabe Rafael Nadal en esta columna?Pues es una parte buena dentro de esta calamidad mala y fea de...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR