Política externa e interna

Rafael Ernesto Góchezregochez@hotmail.comEl éxodo de salvadoreños (desarraigo, separación familiar y fuga de talentos) es el fenómeno de mayor impacto socioeconómico en el país en las últimas cuatro décadas. Su correlato financiero, las remesas (divisas), hacen posible la dolarización y apuntalan la economía familiar. La emigración masiva demuestra que miles de compatriotas no pueden progresar ni vivir en paz en suelo cuscatleco, lo cual refleja el drama humano que vive el pueblo salvadoreño. Este punto permite plantear la pertinencia y conveniencia de relacionar la política externa e interna.El GOES -en materia de política externa- ha priorizado la promoción de inversiones y el comercio internacional, así como la atención a las personas migrantes y el aprovechamiento de las potencialidades locales. Esto hace suponer que El Salvador tomará decisiones y acciones entre Estados y con instancias internacionales en función de los intereses nacionales.Lo antes expuesto es relevante porque (1) tres de cada 10 salvadoreños viven en el exterior y (2) la ofensiva antiinmigración amenaza la estabilidad del país. Este último punto tiene el potencial de generar un "tsunami social" porque al decrecer las remesas, crecer el número de personas retornadas y aumentar la cantidad de coterráneos que desisten de emigrar furtivamente, habrá más población demandando servicios y empleos en todo el país.Al cerrarse la "válvula de escape" (emigración masiva) en un entorno económico mundial desfavorable, es probable que decrezca el ingreso de divisas y se estanque la economía. Esto sería crítico para el país por estar dolarizado y altamente endeudado, y por aumentar el riesgo de un desborde social y un repunte criminal. Por ello y asumiendo que el nivel de inversión no superará el 20 % del PIB en el corto plazo, convendría tomar acciones como las siguientes.1. Implementar una política externa con rostro humano. El Salvador se ha...