'La posibilidad de vivir en las zonas secas está en riesgo'

Javier OrellanaDiego Recalde es un economista ecuatoriano que tomó este año la dirección de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en El Salvador. Destaca las particularidades demográficas del país: una población más urbana y más concentrada, lo que puede facilitar el acceso a servicios básicos, así como una mejor situación nutricional en relación con otros en Centroamérica, pero no todo es positivo.Advierte que 2019 será otro año seco, con lo cual urge que El Salvador adopte mejores formas de producir e impulse una agricultura familiar para que la producción en pequeña escala sea rentable y atractiva para las nuevas generaciones.Recalde insiste en que agricultura familiar no es sinónimo de subsistencia, sino que requiere de inversión y de un mercado.El Salvador tiene un sector agropecuario deprimido. En los últimos años ha ido disminuyendo su participación en la economía como generador de riqueza, aunque sigue siendo una importante fuente de empleo. Rubros como los de los granos básicos y el café han acumulado muchos años de problemas relacionados con el cambio climático, baja inversión y difícil acceso a los mercados.La particularidad de El Salvador, según Recalde, es que tiene una contribución mínima como causante del cambio climático, pero aún así está entre los principales países más afectados a escala mundial, por lo que debe impulsar serios esfuerzos de mitigación y de adaptación.Comenzando por la visión más macro. El país tiene una gran necesidad de desarrollar su agro, tanto así que vemos cómo las exportaciones son bastante más pequeñas que las importaciones y hay un gran déficit -claro está, de bienes y servicios-, pero muchos productos que vienen de afuera son alimentarios. Un país dolarizado no puede tener una situación donde salen más dólares de los que entran, eso sería el fin de la dolarización. Entonces yo creo que allí hay una necesidad muy grande de estabilizar la balanza comercial y creemos como FAO que con leyes como la agricultura familiar y políticas públicas que fomenten la pequeña producción el país va a poder tener esa mayor capacidad de poder producir para su consumo y hasta exportar.Para empujar productividad en las zonas rurales se necesita inversiones, créditos y políticas que favorezcan, por ejemplo, la agricultura familiar, pensando que son cientos de miles de pequeños productores. Es ahí donde tiene que ir focalizándose la atención pública.También existe una...

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