Sí, presidente, no es fácil gobernar... (II)

Alberto Arenearenealberto@yahoo.esEn mi columna anterior expliqué por qué no es fácil gobernar un pequeño país como El Salvador con un modelo económico, social, ambiental y político-institucional agotado desde hace dos décadas, con problemas estructurales acumulados cuyas consecuencias, efectos y manifestaciones son cada vez peores, heredados todos por el presente gobierno. Agregando, además, las características del liderazgo que requiere gobernarlo y los cinco principales ejes de acción y desarrollo de capacidades, ejecutados casi simultáneamente que hoy explicamos.1. Atender las emergencias y demandas cotidianas diversas de la población. Al comenzar a gobernar, el presidente y los principales funcionarios de su gabinete enfrentan varias emergencias y demandas de servicios diversos, enfrentándolos de la mejor manera posible. Frecuentemente con muchas carencias, resultado del tamaño de los problemas heredados y de las limitaciones de algunos de los nuevos funcionarios para entender y desactivar a tiempo las minas que les estallarán, careciendo de explicaciones y narrativas objetivas y creíbles, y sin soluciones en lapsos cortos de tiempo. Aunque heredados, los nuevos funcionarios pasan a ser "responsables" de los problemas históricos acumulados, y la oposición intentará desgastarlos, capitalizándolos políticamente. Sin capacidad operativa, política y comunicacional para enfrentarlos, el desgaste del gobierno será inevitable.2. Impulsar las grandes transformaciones sostenidas al mismo tiempo, sentando las bases legales, técnicas y financieras en el primer gobierno, para su ejecución principal en los siguientes gobiernos. La inmensa mayoría de emergencias, bombas y problemas tiene su origen en el congelamiento prolongado de la gestión gubernamental para impulsar las grandes transformaciones. Siendo el eje de acción más importante para transformar la realidad y dejar legado histórico, los beneficios políticos y electorales solo se cosechan después de algunos años, cuando las obras concluyan y puedan beneficiarse los ciudadanos, tratándose de grandes obras o políticas complejas cuya conclusión y beneficios toman varios años. No obstante, al visualizar el resultado final y sus diversos beneficios, estableciendo la hoja de ruta para lograrlo, con los instrumentos visuales y digitales actuales, es posible mostrar cómo se verá la obra y cuáles serán los beneficios para la gente, capitalizándolas mucho antes que concluyan, aunque se dejen las bases...

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