El Estado quedó en deuda

Luis LaínezTwitter: @LLainezLPGEl viernes pasado, la jueza especializada de Sentencia para una Vida Libre de Violencia y Discriminación contra la Mujer condenó a 50 años de prisión a Mario Alberto Huezo Portillo por el feminicidio de Karla Turcios, su pareja y una periodista del Grupo LPG. Además, el fallo obliga a Huezo a pagar $40,000 por responsabilidad civil.El caso tardó casi dos años en los tribunales. Y aunque parezca mucho tiempo, en realidad fue rapidísimo, debido a la atención que despertó. Y aunque fuera atípico, es una muestra de la realidad salvadoreña, del avance de la justicia en El Salvador y del estado en el que se encuentra nuestra sociedad.Hablamos de un caso de violencia asesina en contra de la mujer, pero también de violencia económica y sicológica. El crimen por el que fue condenado Huezo Portillo lo realizó enfrente de su hijo, un niño con autismo, lo que agrega más crueldad y deshumanización a un delito de por sí deleznable.¿Qué motiva a un hombre atacar de esa forma a la mujer por la que hizo votos de quererla, respetarla y estar con ella en las buenas y malas? No se puede alegar demencia, aunque esa era la tesis de la defensa de Huezo Portillo para justificar un delito que decidió conscientemente y sin remordimientos.El sistema de justicia salvadoreño terminó el caso con una condena. Pero también desnudó otra realidad: ¿qué pasa con el hijo de esta pareja...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR